PROPUESTA DE ETAPA: ESPIRAL HASTA LA CIMA

Distancia: 180 kilómetros
Desnivel acumulado: 5236 metros

Etapa que transcurre íntegramente por Guipúzcoa, alternando entre los valles del Oria y el Urola varias veces, con un primer circuito grande rematado por el encadenado de los tres puertos presentados en el reportaje. La exigencia aumenta progresivamente hasta culminar con la ascensión final a Zelatun.

La jornada comienza en Tolosa. Los primeros kilómetros son sobradamente conocidos, pues son habituales en carreras de Euskadi, como el Gran Premio de Ordizia. Los pasos por Altzo y Larraitz servirán para la selección de la escapada, que deberá formarse y confirmarse definitivamente en los puertos siguientes.

Pasado Beasain, comenzará la segunda parte de la etapa, en la que los corredores ascenderán en primera instancia Mandubia antes de llegar a Azpeitia, a la que volveremos tras bastantes kilómetros. Sin embargo, en esta ocasión optaremos por las ascensiones a Orkazagirre y Etumeta. La carrera llegará al mar en Zarautz para abandonarlo rápidamente ascendiendo en primer lugar a Andatzarrate, aunque evitando el muro de Aia en esta ocasión. Antes de volver a Tolosa, aún quedará por subir a la localidad de Alkiza, otro auténtico clásico del ciclismo vasco.

Los últimos cuarenta kilómetros deberían decidir la carrera. Como primer episodio de esta lucha final, los ciclistas encararían Santa Águeda, una subida muy constante en torno al 8 % hasta el cruce, donde gana algo de pendiente hasta la cima. Tras un veloz descenso hasta Nuarbe, por donde ya se ha pasado, el recorrido se dirige de nuevo a Azpeitia, donde, a través del polígono, se alcanza el inicio de la subida a Urraki. La parte más dura de esta ascensión son los primeros kilómetros, con pendientes de entre el 7 % y el 8 %, reduciéndose progresivamente la inclinación media.

A partir de aquí, la propuesta entra en el terreno de la planificación, pues serían imprescindibles ciertas actuaciones previas para garantizar la seguridad del recorrido. Para empezar, hemos elegido descender Urraki por Ezama, una carretera estrecha y sinuosa con algunos tramos de hormigón, aunque en buen estado. Se cruza el río Errezil para llegar a la localidad homónima y atravesarla por su interior, con un breve tramo adoquinado al paso por su plaza que le añade dureza respecto a la subida por la carretera principal. Apenas dos kilómetros más adelante, se alcanza el momento decisivo: el giro a la izquierda donde comienzan los durísimos kilómetros finales hasta Zelatun. Como hemos mencionado en la descripción del puerto, la parte final no presenta buen estado, con tramos de tierra y hormigón, además de una pendiente media escalofriante.

Sin embargo, si se acondiciona adecuadamente, estamos ante una gran etapa de montaña, con dureza y continuidad suficientes para disfrutar de ciclismo de alto nivel durante mucho tiempo.