Traslado hacia el sur de Francia para abrir la semana con un recorrido alrededor de la ciudad de Toulouse, en principio pensado para el sprint, pero que se puede romper en las cotas dispuestas en el tramo final, sobre todo la Côte de Pech David, con ochocientos metros a más del doce por ciento, a ocho kilómetros del final. Llama la atención que el Tour tenga que usar una etapa circular llana para completar el recorrido.
Hasta ahora, con excepción de la etapa de Puy de Sancy, no se podía hablar de montaña, y aquella era de media. Por fin se subirá un puerto de primera categoría, aunque sea el Soulor, el hermano pequeño de Aubisque, seguido en plena bajada de Bordères, antes de la subida final a Hautacam, que casi siempre ha propiciado grandes batallas. La última vez que se llegó se terminó de dirimir la batalla de 2022 entre Vingegaard y Pogačar, pero a nosotros nos gusta recordar la épica victoria de Javier Otxoa en el año 2000, y sobre la que podéis leer en nuestra revista.
Otro regreso a este Tour es el de la modalidad de la cronoescalada, en una jornada que no llega a los once kilómetros que separan Loudenvielle del altipuerto de Peyragudes. Es un trazado sin grandes exigencias en cuanto a la gestión de los esfuerzos. Los primeros tres kilómetros son llanos hasta coger la carretera del Peyresourde, donde comienza la subida como tal, y que se mantendrá muy constante hasta el desvío hacia Peyragudes, donde solo el rampón final podrá suponer un problema para los que no hayan guardado algo para esos últimos metros.
Hace casi cuarenta años, en 1986, se disputó esta misma decimocuarta etapa, tal cual, con victoria de Greg LeMond, en aquella edición donde su relación con Hinault saltó por los aires. En aquel ciclismo, la sola presencia del Tourmalet ya era seguridad de ver una gran etapa. En el siglo XXI, situado a noventa kilómetros de un final exigente, y con dos puertos intercalados con más nombre que dureza, como Aspin y Peyresourde, hace difícil presagiar que se repitan jornadas similares, a no ser que algún corredor valiente se atreva a moverse de lejos. Por suerte, alguno de esos estará en el pelotón.
Interesante etapa de media montaña para terminar la semana, con una llegada a Carcassonne tras atravesar los puertos de Sorèze y Pas du Sant. Etapa propicia para que llegue alguna escapada tras la intensidad de los Pirineos, pero que obligará a estar atento para que no se filtre en ella algún favorito que haya perdido tiempo y quiera volver a la pelea.
