Europcar ha firmado a uno de los corredores con más futuro del panorama francés y mundial. Tras el traspiés que le supuso el paso por Euskaltel, donde sólo se adaptó al perfil gris de los resultados de su equipo, ahora espera desplegar su arco y lanzarse a por unas melodías que se le llevan esperando desde que se proclamase campeón del mundo sub 23.
El de Bayona comenzó en la pista, con buenos resultados en categorías inferiores. De hecho, fue creciendo bajo la creencia de que se trataba de un buen contrarrelojista. Él mismo se encargó de desmentir este hecho con buenas actuaciones en montaña. De ahí pasaría a Orbea y del filial de Euskaltel al equipo grande.
Campeón del Mundo sub-23 en Mendrisio, las expectativas generadas a su alrededor no le han hecho demasiado bien. Las lesiones y alguna polémica que generó en torno a su comportamiento fuera de la bicicleta le arrastraron a un círculo de mal rendimiento que ha llegado hasta ahora.
Con la desaparición de los vascos, le toca el turno de emigrar, utilizando el crédito que aún le queda para firmar por Europcar, donde espera confirmar las buenas maneras que ofrece sobre la bici. Si todo va bien, descubrirá el Tour en julio. La afición tiene curiosidad por ver a esta antigua promesa -una más- del ciclismo francés.
Ph: Euskaltel Euskadi
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