Alexandr Vinokourov vivió en primera persona la desolación que provocó la Operación Puerto. El Liberty Seguros, equipo en el que competía, no continuaba y tuvo que buscar un nuevo patrocinador para poder seguir en activo sin perder unos meses de competición que le dieron a la postre la mejor victoria de su carrera, la Vuelta 2006.
El tiempo ha conformado la estructura de Astana, donde han residido los mejores ciclistas del pelotón, desde Contador a Nibali, pasando por el mismo Armstrong. Un bien que ha aportado Vino al ciclismo, pese a su sanción en 2007 y su posterior vuelta al circuito profesional. Su mayor victoria ha sido recuperar la confianza y el aplauso del público, ganado a base de batallar en cada kilómetro y ganar a base de raza.
Ahora, tras retirarse con el oro olímpico en el cuello y establecerse como director del equipo kazajo, donde es una auténtica institución, inicia otro proyecto. Vino4ever será el nombre embrionario de esta idea abanderada por el Gobierno de su país y con el fin de dar cobijo a los muchos jóvenes talentosos que aspiran a ser un nuevo héroe del ciclismo.
Por el momento sólo estará en el pelotón continental, pero las aspiraciones se irán definiendo conforme avance el tiempo.
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