El vasco se impuso en el Monte Bondone, un lugar mítico para el ciclismo transalpino. Sí, era el Giro del Trentino y los rivales nada del otro mundo, similares a los que encontrará en el próximo Giro de Italia, que inicia sus tres semanas en apenas dos semanas. Su victoria fue un bálsamo para su carrera, necesitada de días como este, en el que se confirma su gran calidad cuando la carretera apunta al cielo.
Tras varios años de desierto en Euskaltel, donde apenas brilló, parece que el vitoriano se aúpa sus expectativas y ya respira como uno de los posibles outsiders del Astana para las grandes citas. El potencial está ahí, no todo el mundo es capaz de ganar como él ganó en las Lagunas de Neila, una cima para grandes escaladores, o en el Bondone, que pese a no contar con ese nivel de rampas, sí es un puerto sostenido y eterno. Entre ambas han transcurrido tres temporadas, en las que tal vez la presión, una mala gestión de su potencial o la incertidumbre sobre su futuro han provocado su desaparición de la primera fila. La expectativa sobre él bajó, pero ha vuelto a relanzarla.
Ahora más que un soplo de aire fresco en el exitoso panorama vasco y español, se trata de una seria esperanza de ser realmente competitivo y de saber llevar el peso de un ciclismo con vistas a un futuro desolador, en el que no espera una figura como tal para liderar una época de transición.
Nacido en diciembre de 1989, está en disposición de mostrar sus progresos en la próxima ronda italiana, donde partirá sin objetivo definido. Scarponi es el líder de Astana, su equipo, con Fabio Aru como comodín y Brajkovic como sorpresa, pero el vasco correrá como agente libre, sin presión y día a día. Este es sólo el planteamiento inicial, por supuesto. Variará a buen seguro según avance la carrera y no sería raro que si el estado de forma de Mikel se mantiene en esos niveles, termine peleando la clasificación general por pura calidad.
Ante todo, habrá que dejarle evolucionar. Aspirar a un buen puesto en una gran ronda exige buena prestación en la crono y regularidad, justo los dos aspectos en los que tiene muchas cosas que demostrar la joven perla ahora en las filas del equipo kazajo.
L.S.
Mikel Landa gana en las Lagunas de Neila
El joven vitoriano se impone en el Monte Bondone
