Camino de convertirse en un clásico de forma completamente merecida, el puerto de Ancares es presentado en esta ocasión con la novedad de su vertiente más dura de ascenso, la braña de Pan do Zarco. A juzgar por el perfil, desde luego, no parece una comparación gratuita. Y es que el tramo central de Ancares se instala en el doble dígito de pendiente para no bajar más que en momentos puntuales. Carretera estrecha, firme irregular, fuertes pendientes, paisaje de ensueño… El cansancio acumulado, además, dará la puntilla a unos ciclistas que afrontarán el puerto más duro de la ronda el día antes de su conclusión.
Martín Cervan
