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Asturias, ¿soluciones para una Vuelta posible?

Triste noticia la que tenía lugar el pasado viernes con el anuncio de la no celebración de una prueba histórica en el calendario español, la Vuelta Asturias. Motivos económicos, en una situación que no permitía la salida de la ronda por apenas 35.000 euros, algo que se achaca desde la organización a la falta de cumplimiento por parte de la Administración del Principado. Una auténtica lástima, dado que este año se contaba con la segura participación del colombiano Nairo Quintana

Una edición clave que hubiese permitido la vuelta a los tres días de competición, apoyados en un nombre tan mediático para ganar titulares y presencia en los medios de comunicación, algo que se hubiese agradecido a buen seguro por parte de los patrocinadores. A su vez, este 2014 hubiese permitido enlazar con 2015, año del inicio de la andadura del equipo de Fernando Alonso, afincado en la propia región, lo que hubiera dado un interés extra a esta prueba.

Uno de los graves problemas de la ronda asturiana son las fechas. Mayo es igual a desaparecer del panorama. Los corredores de las clásicas ya han alcanzado su periodo de descanso, al igual que los que centran su temporada en el Tour, que hacen coincidir el final de su primer pico de forma con el final del Tour de Romandía. Las excepciones corren el Giro de Italia, que absorbe el gran núcleo de corredores en activo. El resto prefiere correr en California, prueba muy importante a nivel comercial para los equipos.

El cambio de fechas le daría un nuevo papel a la carrera, un rol en la temporada. La previa al mes de agosto sería lo ideal, como preparación para la Vuelta. Si además se acuerda la previa del recorrido de alguna de las etapas que vaya a tener lugar en Asturias durante la gran ronda española, puede servir de reclamo para alguno de los favoritos a pelearla con el fin de reconocerla.

Asturias es signo de alta montaña, una marca producida por las presencias de grandes etapas de montaña en la Vuelta a España. ¿Por qué no se utiliza esa marca en casa? El miedo a que la participación se resienta es el gran factor. Un puerto como el Angliru daría ese salto mediático, pero a costa de que los participantes ilustres dejen de lado su participación. Pero quizás sería una forma de darle realce a una montaña que tiene mucho que dar y ofrecer. ¿Por qué no apostar por un recorrido que realce este producto? Un supuesto cambio de fechas más este hecho y los corredores que podrían hacer sus tests de cara a la última gran ronda por etapas del año.

Por último, es necesaria la presencia de señal televisiva. Paisajes tan espectaculares como los del Principado no pueden pasar inadvertidos para absolutamente todas las cadenas. Con cimas que puedan llamar la atención del público podría surgir el interés. Y habiendo emisión por la pequeña pantalla es cuestión de tiempo que los equipos alineen buenos corredores. Un auténtico círculo vicioso. Una situación que seguro revertirá el Club Ciclista Aramo para que en 2015 disfrutemos de una de las rondas más antiguas de nuestro calendario.

L.S. Foto: Pedro M. Labrada

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