Recientemente ha finalizado la tradicional concentración que el equipo Movistar suele realizar en Gorráiz (Navarra) para preparar la próxima temporada; en este caso, la de 2.018.
No suelen pasar estos encuentros de meras declaraciones de buenas intenciones. Esta vez, además, Eusebio Unzué se dedicó a “recoger los deseos de todos los implicados” en cuanto al calendario que correrá cada ciclista el año que viene. Unzué afirmó que será durante la presentación del equipo cuando podremos conocer los calendarios de carreras de los corredores. Tema que esta vez ha suscitado más interés que en ocasiones precedentes, tras la llegada a la multinacional telefónica de Mikel Landa.
Tras su destacada actuación durante el pasado Tour de Francia, Landa afirmó que iría a un equipo donde, por lo menos, fuese jefe de filas en alguna de las vueltas de tres semanas. Tras la concentración de Gorráiz, parece que, de entrada, esa carrera será el Giro de Italia. Y es que la Vuelta a España queda todavía muy lejos en el horizonte.
Durante el Tour de Francia de 2.016, pudimos leer y escuchar una teoría según la cual Nairo Quintana necesitaba llegar con más kilómetros, más rodado si cabe, si quería afrontar con garantías de triunfo su duelo contra Chris Froome. Como que el colombiano, más fondista que Froome, llegaba al Tour corto de preparación.
Sólo en esa idea cabe enmarcar la participación de Nairo Quintana en el pasado Giro de Italia 2017. Porque Quintana ya había ganado el Giro de Italia (también la Vuelta a España), y su máxima aspiración debía ser ganar el Tour de Francia. Pero no sólo eso. A Nairo Quintana le quedan años de sobra para intentar vencer en el Tour de Francia. Pero lo que la gran mayoría de la afición ciclista demanda es que esa victoria, si se llega a dar, se produzca doblegando a su particular bestia negra, el keniata-inglés Chris Froome. Porque una hipotética victoria del ciclista de Movistar sobre el del Sky, cuando éste último ya no estuviese en su máxima condición… ya no sería lo mismo. Algo similar a lo que le ocurrió a Luis Ocaña en 1.973; que no le pudo derrotar al gran Eddy Merckx. Y eso que el conquense de Mont de Marsan puso históricamente en muchos mayores aprietos al ciclista flamenco que lo que ha conseguido hacer Quintana con Chris Froome.
Sorprendió por tanto la elección de calendario de Quintana para el ya pasado ciclísticamente hablando 2.017. Aún así, en mayo pasado, cuando Tom Dumoulin relegó al corredor de Tunja al segundo cajón del podio, dimos un margen. Había que esperar por si el Giro había sido una carrera preparatoria para Quintana de cara a afrontar con mayores posibilidades de éxito el Tour de Francia. No fue el caso. Salvo en la etapa con final en Foix, donde el colombiano tiró de casta hasta enganchar con Contador y Landa, y consiguió meterse de nuevo y por unas horas en carrera, la actuación de Quintana en el Tour fue la peor de su trayectoria en la gran ronda gala.
Nada nuevo bajo el sol. Es algo archisabido por lo menos en la última década de las temporadas ciclistas. Alberto Contador es el exponente máximo de que, si un ciclista disputa a tope un Giro de Italia, lo termina pagando durante el Tour de Francia, con tan sólo un mes de recuperación entre ambas carreras. Unzué y Quintana intentaron romper con esa teoría pero no lo han conseguido. Por tanto, no cabe otra que suspender en cuanto a planificación de la temporada 2.017 a ambos.
Por lo menos Unzué, en la rueda de prensa celebrada al final de la concentración en Gorráiz, asumió el error e hizo algo de autocrítica. “Este año hemos aprendido que Quintana necesita “espacios de recuperación” más grandes”, llegó a afirmar el técnico navarro. Y es aquí donde cabe encuadrar el fichaje de Mikel Landa: “Nairo necesita un espacio de recuperación mayor. Hemos sido unos exagerados. Hay que medir los objetivos y abrir espacios que nos hagan ser prudentes. Espero que la llegada de Mikel nos pueda dar tranquilidad para poder hacer esos espacios”.
A buen entendedor… Parece claro que en la jerarquía de corredores del equipo Movistar para 2.018, Nairo Quintana va a estar por encima del corredor alavés. También parece claro que Quintana no va a correr el próximo Giro de Italia; es ahí donde Mikel Landa podría liderar a Movistar. Y volveríamos a un calendario más tradicional para Quintana, liderando de entrada la escuadra azul durante el Tour de Francia. Sin descartar que Mikel Landa acompañase en la salida de Noirmontier al corredor de Tunja, pero, de entrada, siempre supeditado a Quintana. Sin olvidar tampoco que afortunadamente la recuperación de Alejandro Valverde va viento en popa. Se dejó entrever la posibilidad incluso de que los tres acudiesen al Tour. De la Vuelta a España, ya se vería cuando concluya el Tour. Y todo esto, claro está, sobre el papel. Las caídas, las lesiones, los estados de forma… Son muchos los factores que pueden condicionar estos simples planteamientos sobre teóricos. Si bien, ciertamente, esto sí encajaría en una escuadra como la telefónica tan poco dada a cambios revolucionarios.
Incluso el propio Mikel Landa afirmaba: “Me han dejado elegir (calendario). No es a corto plazo, es a largo plazo. Quizá no pueda hacer lo que quiera este año, pero será acertado a largo plazo”. Y añadía también el de Murgia: “El objetivo de Nairo está claro (por el Tour de Francia), pero no me va a condicionar mi calendario y si coincidimos en el Tour vamos a ser fuertes”.
RAÚL ANSÓ ARROBARREN
@ranbarren