Coppi o Bartali: propuestas de cambio para los nacionales

Los Campeonatos Nacionales de ciclismo no dejan indiferente a nadie dentro del mundo de la bicicleta, ya sean los aficionados, los medios de comunicación o los propios ciclistas y sus equipos. En estas semanas, las previas al Tour de Francia, se disputan los Campeonatos que encumbran durante a un año al campeón en las diferentes modalidades, fondo en carretera, o contrarreloj. Sin embargo siendo una prueba con  prestigio e historial, no parece que sea del agrado de algunos hombres del pelotón, y más en concreto de los primeros espadas, que dependiendo de sus objetivos, la disputan  o no. ¿Por qué no todos los hombres importantes la disputan? A continuación os proponemos algunos cambios, unos más fáciles que otros que podrían ayudar a potenciar nuestro campeonato nacional.


OBLIGAR A CORRER PARA DISPUTAR PRUEBAS POSTERIORES

Una opción sería enfocar los Campeonatos Nacionales como una previa o condición para disputar el Mundial. Sería como la fase de clasificación en otros deportes, para llegar al final al Campeonato Mundial o Europeo, en su caso.

Es decir, que disputar el Campeonato del país sea requisito para disputar el Mundial. Ya sea en línea, o contrarreloj. O hacer un Campeonato al estilo la Copa de España que disputan los amateur pero sólo para los profesionales. A modo de ganar puntos en función de participaciones y puestos. Ésto obligaría a los hombres importantes que quieran ir al Mundial y el maillot de Campeón Nacional, a acudir a un número mínimo de carreras para poder puntuar y estar así en la Selección en los Mundiales. Habría que replantear en cierta medida el calendario y algunos hombres importantes tendrían que sacrificar alguna carrera; pero llegar y ganarse el billete para el Mundial, sería digno de elogio como pasa en otros deportes.


CAMBIAR LA FECHA A FINAL DE TEMPORADA

Dentro del mundo del ciclismo se han validado, a fuerza de tradición e inmovilismo, ciertas conductas, ciertas premisas, que descontextualizadas, resultan complicadas de explicar, esto es, de justificar. Por ejemplo, que el último día de una Gran Vuelta sea un paseo intrascendente mientras que en cualquier otro deporte suele ser el día más grande. O  por ejemplo que los campeones nacionales se decidan a mitad de temporada.

¿Alguien entendería que la final de la Champions o de la Euroliga de basket se jugasen en enero o febrero y después hubiese que seguir jugando cuatro meses más? Absurdo ¿verdad? Sin embargo en el ciclismo nos parece lo más normal que el campeón nacional se decida justo a mitad de temporada, convirtiéndose, en la mayoría de los casos en una molestia que lleva a que muchos corredores renuncien a participar en ellos. ¿Quién en su sano juicio se va a exponer a una caída, por leve que sea, a una semana del inicio del Tour? Tampoco son escasos a los que estas fechas les pilla en el “valle” de la temporada. Después de haber rendido a tope en los primeros meses, bajan el pistón para afrontar con garantías la segunda parte de la temporada.

Así pues mover la celebración de los campeonatos nacionales a finales de temporada se antoja como una medida imprescindible para que estos ganen en interés. Un final de temporada en el que la última semana estuviese reservada a los Mundiales (otro disparate, que el Mundial no sea el cierre del año) y la penúltima, como una especie de ensayo general, para los nacionales, supondría un aliciente para que estos ganasen en interés.


CORRER POR REGIONES

Es  muy complicado correr por comunidades, como sí se hace en categorías inferiores, en este momento difícilmente sería aceptable por el ciclismo profesional, pero creemos que es una solución al menos a estudiar, en el pelotón nacional actual seguiría existiendo un dominio aplastador de Movistar, y no serian raras las situaciones en las que una escapada de varias comunidades fuese en realidad monocolor, cosas similares ya se han visto en mundiales y olimpiadas. Pero al menos rompería el sistema actual, mezclando gente, cambiando liderazgos, aunque de forma testimonial. Y con recorridos más exigentes estos “equipos de un día” deberían funcionar diferente, quizás de forma más anárquica, convirtiendo la carrera en impredecible.

No es la panacea, pero es una propuesta para este momento del ciclismo en nuestro país, sin una alternativa a Movistar en el ciclismo profesional español. El campeonato nacional español es la visibilización anual de la crisis de nuestro ciclismo. El interés y la emoción de una competición deportiva se basa en la igualdad de fuerzas. Si esta no se da, la competición se convierte en insípida. Y el ciclismo profesional español en este momento no nos puede ofrecer esa igualdad. Y de eso, el único que está exento de culpa es el propio Movistar, que es quien mejor cumple con su deber en este sentido.


¿Que cambiarías en los campeonatos nacionales?

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