El Giro de Italia 2024 ya está aquí. Al menos el escenario. La presentación de la “corsa rosa” que ha tenido lugar a lo largo de esta semana ha desvelado un recorrido extrañamente equilibrado para lo que suele ser el Giro de Italia, con oportunidades para todo tipo de ciclistas, con menos kilómetros, menos alta montaña y más crono de lo habitual. Incluso más sprints. Una carrera muy abierta y que, sin renunciar a las grandes montañas, limita su presencia.
La “grande partenza” tendrá lugar en la región de Piamonte con 3 etapas íntegras en su territorio donde se incluye una etapa quebrada para empezar con un buen segunda (Maddalena) cerca de meta, un final en alto en Oropa y un final al sprint. 3 etapas para ver quién está en la pomada y quien no, y para descubrir a los velocistas. Estos tendrán dos oportunidades más en Andora y Lucca, antes de la llegada de las dificultades. La primera semana incluye una etapa de sterrato aunque tan solo serán 10 kms en un recorrido por lo demás no demasiado quebrado, la crono larga (37 kms) de la edición, con final en ligero repecho en Perugia antes de la primera etapa de montaña de la carrera. Llegada a Prati di Tivo atravesando los Apeninos con Forca di Cerro de salida, Forca Capistrelli (15 kms a más del 5,5%) a continuación y luego un tramo de repechos largos hasta afrontar la subida final en Prati di Tivo con nada menos que 14 kms al 7%. Para concluir la primera semana se llegará a Nápoles, en una nueva ocasión para los sprinters.
El descanso en el sur dará paso a la subida hacia el norte en la segunda semana. Pero antes se afrontará el segundo final en alto en Bocca della Selva, de nuevo en una etapa con varios puertos y un final largo (20kms) pero tendido debido a sus descansillos. Tras una etapa para sprinters en Francavilla al Mare (la primera por encima de 200 kms) llegará una auténtica trampa para osos en Fano, con una etapa con 5 cotas puntuadas y muchas que no lo están donde las cuestas de doble dígito aparecerán en varios momentos. Tras el sprint en Cento llegará el final de la segunda semana con la segunda crono de la carrera (31 kms) y la primera etapa de gran montaña de la prueba. 220 kms con un tercera (Lodrino), el estreno de San Zeno (2ª categoría pero 13 kms al 6,6%) y luego un largo tramo de valle hasta la subida a Aprica que enlaza con la larguísima y dura Forcola de Livigno. 34 kms de ascensión con un descanso intermedio y 18 kms finales a más del 7%. Se corona a 20 kms de meta y restará solo la subida a Mottolino, de 6 kms al 6% y con rampas de 12% en el tramo final.
En este caso el descanso será muy al norte, y se aprovechará para programar desde ahí la última semana, que comienza con una etapa de diseño extrañísimo, con las subidas de a Eira y Foscagno de salida, perfectamente enlazadas con la vertiente menos dura del Stelvio. Más de 20 kms a más del 7%. Aun restarán 150 kms de etapa por un larguísimo valle hasta que, quedando 30 kms se afronte el Passo del Pinei con sus 20 kms irregulares alternando descansillos con durísimas rampas, dando paso al final en alto en Santa Cristina de Val Gardena, donde destacan sus 2 kms finales a más del 11%. No acabarán ahí las dificultades, pues llega la etapa dolomítica de la edición. Passo Sella de salida y luego el encadenado Rolle-Gobera y doble paso por el Brocon, por distintas vertientes. Etapa sin grandes rampas pero sin descanso ninguno. Sigue una etapa llana en Padua para girar al noroeste y llegar a Sappada en etapa de media montaña incluyendo el Passo Duron, Sella Valcalda y un nuevo final en Sappada, coronándose a 7 kms una cima con 3 kms finales al 9%. Ya solo quedará una etapa de alta montaña, en Bassano del Grappa, una etapa que incluye un doble paso por el Monte Grappa, un auténtico monstruo de 18 kms al 8,3% que se afronta en dos ocasiones, la última a 20 kms de meta. Este descenso decidirá el podio que celebrará en Roma su paseo triunfal el ultimo día, al día siguiente.
