Beñat Intxausti gana la etapa reina del Tour de Beijing, una victoria con la que se reivindica justo al final de la temporada. Un modo de dejar su nombre resonando como una de las últimas sensaciones. Así comenzó 2013 y así lo finaliza. La clase y esa sensación de inconsistencia en las grandes le deja posicionado como uno de los líderes de segunda fila para Movistar.
Este triunfo en Pekín sólo confirma que es algo más que un gregario, que se puede confiar en sus capacidades como líder, aunque por delante tendrá siempre a los grandes cocos de su equipo, el mejor de España y desde su victoria el mejor del mundo.
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