El belga de Mol se enfrenta a un 2014 difícil. Sabe que la expectación a su alrededor es grande y que todo lo que haga tendrá una repercusión. Lógicamente, quiere volver a su mejor versión competitiva en la primavera, pero sabe que es complicado no sólo superar, sino igualar el listón, que en su caso está muy elevado.
Y, por si fuera poco, tiene unos rivales que en plena forma le complicarán mucho las cosas. En su última gran aparición, las piedras de 2012, Cancellara se encontró fuera de juego con su caída y retirada en Flandes, y Sagan aún sólo se planteaba jugar en estas pruebas. Además, Chavanel servía de freno para el resto de rivales. Ahora le tendrá en frente bajo el paraguas de un equipo con ansias de estar en la élite: batallador.
Esa presión le impide una vuelta natural, ya que el líder espiritual y constitutivo de Omega-Pharma se ocultó entre las sombras y tardó en volver. Por lesión, sí, pero también por miedo a esa reacción ante un primer mal estado de forma, lógico en la vuelta a competir. Por todo ello, 2014 es un año especial y complicado. Pero no tiene otra alternativa para volver a ser él, el nuevo ‘león de flandes’.
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