Para empezar la segunda semana y salir de los Alpes, nueva etapa llana y carente de interés más allá de la resolución final, y dado que últimamente son pocos los sprinters que quedan fuera de carrera por fuera de control en la montaña, los favoritos repetirán: volvemos a apostar por Demare y Ewan.
La gran etapa del Tour, sin duda, casi la única que se espera con gran expectación. Dos ascensiones al Mont Ventoux por vertientes diferentes, aunque compartan el icónico tramo final por la zona desarbolada y llegada a los pies del coloso. Si no gana uno de los máximos favoritos a la victoria en Paris será una sorpresa.
Nimes le ha cogido al gusto al ciclismo desde la salida hace unos años de La Vuelta, pero por su ubicación otro sprint en sus calles es previsible, a no ser que los equipos grandes dejen de controlar tanto al principio del día y las escapadas cojan demasiada distancia.
Otro día plano, más largo y por lo tanto más aburrido, no quita que cualquier día pueda aparecer el viento pero no es habitual. Los sprinters no se podrán quejar del numero de días para ellos en esta edición.
Llega el fin de semana y algo de acción, con una etapa de media montaña, que al menos incrementará el nivel de los escapados y donde es posible que se mueva algún favorito en la subida final de Saint-Louis, con un kilometro al 12%.
Para cerrar la semana, una bonita etapa con final en la capital del Principado de Andorra, con previo paso con los largos pero tendidos Mont-Louis y Envalira , y el más empinado Beixalis, donde se jugará la victoria final y distanciar a algún corredor importante en algunos segundos.
