El aragonés se lució durante los últimos años de la década de los ‘90, en los que fue la mejor baza española para las grandes, en las que partía con la desventaja del escalador puro contra hombres completísimos y dominadores en la contrarreloj, abundante en esos años. En la montaña debía salir a buscar diferencias si quería tener algo que hacer en la general, un planteamiento…