Hacía medio siglo que ningún español se imponía en la ‘classicisima’. No podía ser otro que nuestro gran sprinter y enamorado de las clásicas, Óscar Freire, el que tuviera que venir a rescatar de la oscuridad a un ciclismo demasiado centrado en las grandes vueltas. Siempre atento y aprovechando, sin equipo, todas sus virtudes, nadie…