,

Tercera semana del Tour 2016: y nadie ataco

Cuesta escribir sobre lo que no ha acontecido.

Efectivamente, cuesta entender, para quien no haya podido presenciar la última semana de carrera, que hayan sucedido tan pocas cosas en torno a la resolución final de la general individual de todo un Tour de Francia. Y a quien escribe, le pide el cuerpo el ponerse a enumerar una serie de medidas para evitar que esto vuelva a producirse en ediciones futuras, que en ponerse a analizar y resumir sobre acontecimientos que no sucedieron.

23-07-2016 Tour De France; Tappa 20 Megeve - Morzine; 2016, Team Sky; Froome, Christopher; Col Des Aravis;

El ciclismo profesional, la UCI, la ASO, las marcas comerciales que patrocinan equipos ciclistas, las direcciones deportivas, los propios ciclistas… Todos tienen su cuota de responsabilidad, que habría que dilucidar y asumir claro está. Entre todos lo mataron y el solito se murió. Lo que está clarísimo a estas horas es que la mayor prueba ciclista del año, la prueba para la que se preparan los ciclistas (y los aficionados para poder disfrutar con ella) ha transcurrido sin apenas pena ni gloria en una edición a todas luces prescindible en la historia de esta carrera.

Lo más grave es que lo sucedido este año tampoco pueda considerarse una excepción en toda regla. Más bien es una tendencia cada vez más acusada que este año ha adquirido su máxima expresión. Porque cada vez somos menos los aficionados que nos sorprendemos por los derroteros que toma el transcurso de esta carrera. Y ya aspiramos a ver mejor ciclismo en varias pruebas antes que en esta. Y eso es lo que la ASO debiera empezar a considerar, si es que algo le interesa la opinión de los aficionados tradicionales de este deporte, y no solamente el que los números de audiencias televisivas e impactos publicitarios sean boyantes.

Para futuros artículos nos proponemos abrir un debate sobre cuáles son esas medidas que se deberían adoptar para que el Tour de Francia no camine por esta senda de aburrimiento. Debate que, afortunadamente, ya se ha abierto en otros medios especializados en ciclismo. Siendo conscientes de que son medidas muy difíciles de ser llevadas a la práctica, debido a los grandísimos intereses que en un negocio como el que se ha convertido hoy día el ciclismo profesional convergen.

24-07-2016 Tour De France; Tappa 21 Chantilly - Paris; 2016, Team Sky; 2016, Tinkoff; 2016, Orica - Bikeexchange; Froome, Christopher; Sagan, Peter; Yates, Adam; Majka, Rafal; Paris;

Chris Froome ha ganado merecidamente su tercer Tour de Francia. Ha sido netamente superior a todos sus rivales. Apenas necesitó atacar en las etapas en línea. Se ha limitado a estar delante en las etapas de Arcalís y Mont Ventoux, a aprovechar los kilómetros contra el reloj y a infringir daños psicológicos a sus rivales camino de Luchon y de Montpellier con aquellos dos ataques sorpresivos. Lo triste para sus rivales y para el propio Tour de Francia es que no ha necesitado más. Sus rivales ni siquiera se atrevieron a probarle tras su caída en el mojado descenso de Domancy. No lo ha necesitado, pero Froome ha dado impresión de haberse podido exprimir más si las exigencias de sus teóricos enemigos deportivos hubieran sido mayores.

Además, Chris Froome se ha apoyado en el mejor equipo de esta edición del Tour. Un equipo conformado con ciclistas que tendrían categoría de jefes de fila en otras formaciones. Landa, Nieve, Thomas… y sobre todo un excepcional Wout Poels. Gregarios que no han podido ser desarbolados más que muy en contadas ocasiones por los escasos ataques de sus oponentes. Nada que oponer por tanto a la labor de Sky, pues han sido quienes han cumplido con la labor que tenían encomendada. Un equipo diseñado con el sólo objetivo de ganar la general individual y que lo ha logrado además con una imagen de cero fisuras en cuanto a las exigencias hechas por sus rivales. ¿Qué más le podemos pedir? Con un jefe de filas como Froome no hay dudas de cuál es el objetivo. Se trata de disponer los medios necesarios para alcanzar ese objetivo y alcanzarlo sobre el asfalto.

24-07-2016 Tour De France; Tappa 21 Chantilly - Paris; 2016, Team Sky; Froome, Christopher; Paris;

Capítulo aparte merecen sus rivales o denominémosles “supuestos” rivales.

Quizás estos rivales ya fueran conscientes, desde la salida en Mont Saint Michel, que Chris Froome junto con Sky eran imbatibles. Porque desde luego han corrido de esa manera. No han conseguido apenas “aislar” a Froome de su equipo, cosa que al parecer era la premisa fundamental para buscar las cosquillas al keniata. Pero es que apenas lo han intentado. Al fin y al cabo, son ellos los ciclistas profesionales, los que conocen sus fuerzas y los que se deben batir contra sus otros rivales. Podría tener cierta consideración esta falta de actitud. Pero resulta que, en la penúltima etapa, camino de Morzine, cuando los supuestos rivales de Froome se jugaban el subir al podio de París, demostraron la misma falta de ambición. No eran minutos los que los separaban de sus objetivos; eran escasos segundos, y la desidia mostrada fue muy parecida respecto a los minutos que debían recuperar sobre Froome. Pedir ataques sobre Froome a unos rivales que están a un acelerón de quedarse quizás fuera excesivo. Pero es que no lo hicieron ni siquiera cuando su rival no era Froome.

Advertirá el lector o lectora que cuando nos referimos a los rivales de Froome lo hacemos casi en términos hipotéticos. De lo que pudo suceder y no sucedió. Como lo reflejamos en la primera frase de este artículo. Los nombres a quienes nos estamos refiriendo están en la mente de todos. No hará ni falta que los escribamos. Aparte de inferioridad tanto en sus propias fuerzas, como comparando los bloques de gregarios que los acompañaban, la gran mayoría de estos rivales han mostrado una muy preocupante falta de actitud. Una especie de “funcionarización” de estos ciclistas. De conformarse con obtener un resultado irreprochable, en lugar de optar a la victoria. Con la salvedad nombrable de Alejandro Valverde, tercero en el pasado Giro, y con un papel en teoría de secundario de Nairo Quintana. Y la otra salvedad del francés Romain Bardet que, sin hacer nada del otro jueves, consiguió a poco ambición que mostró, la segunda plaza en París.

24-07-2016 Tour De France; Tappa 21 Chantilly - Paris; 2016, Movistar; Garcia, Acosta Jose Vicente; Paris;

Sobre el papel de Nairo Quintana se ha escrito mucho. Así a grandes rasgos, explicaciones de él y de su equipo aparte, se observa un estancamiento de este ciclista en su progresión. Pero lo más preocupante es su enorme falta de actitud, al menos en la disputa de las carreras, que es cuando los aficionados podemos juzgarle. Además, su jefatura de filas ha impedido libertad de movimientos a un Valverde que pudo alcanzar mejor resultado del logrado. Circunstancia que fue un bis respecto al Giro de Italia, pues en la Corsa rosa en determinadas etapas su papel estuvo condicionado por el interés del equipo en que Amador vistiese de rosa. Quizás Nairo Quintana sea el máximo exponente, como supuesto máximo rival de Froome, de que los rivales ya daban por sentada desde la salida de Mont Saint Michel la victoria del keniata. ¿Por qué? Porque ni Quintana ni su equipo Movistar dieron nunca impresión de correr para ganar la general individual del Tour. Y sí de dar por bueno un segundo puesto que ni siquiera en esta ocasión han conseguido, también por la falta de ambición mostrada en la penúltima etapa ante Bardet Lo que más debe preocupar a Movistar, si algo le interesan a una multinacional como esa los criterios deportivos, es la casi unanimidad de los medios deportivos especializados en las críticas recibidas. Triste también resulta la irrupción de nuevos valores como Adam Yates. Triste en el sentido de que no resulta esperanzadora que su actitud pueda modificar el panorama existente.

Llamativo y reseñable el dominio de países de influencia anglosajona, con hasta cinco ciclistas entre el top ten, y con gran cantidad de etapas conseguidas también. Mientras tanto, los países tradicionalmente ciclistas como Italia, Francia y España no han tenido una actuación especialmente brillante. No es nuevo, pero el dominio que están ejerciendo estos países anglosajones comienza a ser aplastante.

Y para finalizar, comentar el papel de la ASO en etapas como la del Lac de Payolle (cuando se cayó el arco) y la etapa del Ventoux. Los podríamos considerar meros accidentes. Pero su responsabilidad es total en la cuestión del recorrido. La lucha por hacer un ciclismo “más limpio y más creíble” ha hecho que apenas haya habido abandonos. La dureza del Tour parece claro que poco a poco va reduciéndose. El objetivo de asegurar audiencia hasta el último momento y no permitir que se establezcan grandes diferencias en la general se consigue a base de unos recorridos en los que las grandes figuras apenas se encuentran solos en un tú a tú. Numerosos gregarios aguantan junto a sus líderes. El recorrido, en lugar de igualarse por arriba, se está igualando “por debajo”. Han desaparecido los grandes puertos del trazado. Algunos hablan ya del Tour como algo poco más que un Dauphiné…Y eso lo acaba pagando el espectáculo.

 @ranbarren

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *