TOUR 2024: PRIMERA SEMANA

Como viene siendo habitual, la salida es fuera de Francia. En esta ocasión, como el año pasado, es un país limítrofe, aunque Florencia está más lejos de la frontera que Bilbao, por lo que los primeros días las distancias a cubrir serán importantes. Más aún si el primer día la carrera se aleja de Francia para alcanzar la costa del Adriático en Rímini. La jornada es de media montaña rozando los tres cuartos, con hasta seis ascensiones puntuables. Aquellas primeras etapas donde había que buscar cualquier cuesta para puntuarla y dar el maillot de la montaña parecen haber pasado al olvido. Destacan las cuatro ascensiones en apenas cincuenta kilómetros que aparecen en el último tercio, muy seguidas y con buenas pendientes medias, menos quizá la última que atraviesa la República de San Marino. Los últimos kilómetros son llanos, por lo que la victoria podría ser para un corredor que se desenvuelva bien en grupos pequeños, pero sin duda la noticia estará más en quién se ha quedado cortado; algún favorito puede perder sus opciones ya el primer día.

La segunda etapa partirá de Cesenatico, lugar de nacimiento del siempre recordado Marco Pantani. Se puede definir el día como una clásica de cotas, una mini-Lieja con tres zonas de subidas diferenciadas. Primero se pasará cerca de Imola, con las subidas que se hicieron en el Mundial de 2020, marcado por el COVID. Luego otras dos ya cerca de Bolonia, quizá las menos exigentes del día, para terminar con doble paso por San Luca, que vemos cada año en el Giro dell’Emilia, aunque esta vez terminando abajo en las calles de Bolonia.

Tras un primer fin de semana bastante ajetreado, la carrera sí que pone ya dirección Francia, aunque con parada en Turín, que ya ha sido inicio este año en el Giro y suena para el que viene para La Vuelta. A diferencia de la etapa de la ronda transalpina, en este caso es una etapa muy llana y muy larga, el máximo de este año con doscientos treinta kilómetros. Primera ocasión clara para una llegada masiva, no se verán pocas en esta edición. Como curiosidad, se pasa por Tortona, lugar de fallecimiento de Coppi, por lo que a una pequeña subida en la zona se le ha puesto el sobrenombre del mítico corredor.

Para pasar de Italia a París es casi obligatorio cruzar los Alpes y el Tour no iba a ser menos, aunque como llegan pronto se ha buscado un paso no muy exigente. El eterno Sestriere y Montgenèvre darán paso a la cara sur del Galibier como primer gran puerto de esta edición. Su ascenso y, sobre todo, su descenso camino de Valloire depararán nuevas escaramuzas, quizá de mayor nivel que en las etapas italianas de los primeros días. En nuestra revista podréis encontrar una opción para hacer el recorrido al revés con Galibier completo y Finestre, quizás un poco más dura.

Ya asentados en Francia parece que los nervios se calman y hasta terminar la semana no habrá grandes subidas. Por ejemplo, camino de Saint-Vulbas solo se puntúan dos puertos de cuarta categoría.

Y al día siguiente, con final en Dijon, solo una nada más salir. Dos jornadas claramente destinadas al sprint, salvo aparición del viento.

Para romper esta tendencia, el viernes se ha programado una contrarreloj de veinticinco kilómetros sin grandes desniveles. Los favoritos más rodadores deben imponer su adaptación a este formato para sacar tiempo.

El sábado, sin embargo, volvemos a presuponer llegada masiva, pues aunque el perfil es más dentado, todas las subidas parecen de poca enjundia, además de estar lejos de meta.

La semana se cierra con una de las apuestas de este año por parte de la organización. Un trazado que incluye hasta catorce tramos de tierra a semejanza de la Strade Bianche por los alrededores de Troyes. Hasta treinta y dos kilómetros llega la longitud que transcurrirá por sterrato la carrera, la mayoría en la segunda mitad del día. Al igual que cuando se programa pavés, puede pasar cualquier cosa. Hemos visto grandes jornadas y otras bastantes decepcionantes. No se corre una etapa igual que una clásica, pero esperamos que esta vez salga cara y se vea buen espectáculo para volver a ver en el futuro otras etapas similares.