Wout Van Aert: Un tipo de corredor muy pocas veces visto en la historia o quizás nunca. Un tipo capaz de ganar una etapa con doble paso por Mont Ventoux, la crono larga y al día siguiente el sprint final en París es una auténtica locura, escapa a toda lógica, capaz además de realizar grandes trabajos para el líder como en esta temporada salvando la Paris-Niza para Roglic. Su papel en este Tour dependerá de la libertad que le vayan dando los directores pero segurísimo que nos seguirá ofreciendo un gran espectáculo.
Mathieu Van der Poel: El segundo nombre es el complemento perfecto a Van Aert por los duelos que protagonizan desde niños allá donde van. En varias declaraciones ha resaltado que no viene buscando el maillot verde, en un Alpecin que se olvida de la pelea por la general tendrá todas las oportunidades para la disputa de etapas si bien en fugas o por su condición de buen puncheur en finales que piquen para arriba.
