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Tour de Francia 2022. Menú “Light” para buscar la agresividad.

El recorrido recién presentado en Paris del Tour de Francia 2022 supone incidir en la idea que parece gobernar las cabezas de los organizadores de grandes vueltas: que todos los días pase algo pero que no acabe de pasar nada grave. Es decir, que los ciclistas den espectáculo todos los días, pero que la general se decida en un “momentum” finale en las últimas jornadas. Lo que provoca que los recorridos tengan mucha variedad (lo que se agradece) pero poca consistencia. Que haya de todo. Pero “light”.

La carrera comienza con 3 etapas danesas que no se pudieron celebrar en 2021. La primera de ellas una crono individual de 13 kms que dejará alguna diferencia entre los favoritos, pero que tendrá como principal incentivo mostrar los principales encantos de Copenhague. A continuación dos etapas llanas que en principio tienen en común la búsqueda de opciones para los velocistas, pero que cuentan con el aliciente del viento que pueda soplar en las cercanías de la costa danesa. Así que los favoritos deberán estar atentos.

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La carrera tomará un nuevo sentido tras el regreso a Francia. Un día de descanso separa a los ciclistas de un auténtico maratón de etapas complicadas tipo clásica. Es decir, quebradas, con repechos y muros cortos, pavé (22 kms camino de Aremberg) finales en repecho (Longwy)… eso sí, poca distancia en las etapas. Sólo una por encima de 200 kms y la mayoría en torno a los 160. Y para cerrar el bloque, final en alto en Planche de Belles Filles, una subida  que está cogiendo aroma clásico en el Tour, en este caso con su rampa final al 20%, donde previsiblemente se decidirá el ganador de la etapa y se picarán segundos en la general. Pero  el segundo fin de semana seguirá con otra etapa con final en repecho en Lausana, y se completa con la primera etapa de montaña, con el Pas de Morgins (11 kms al 7%) cerca del repecho final en Chatel. Si han contado hasta aquí cuatro finales en repecho o en alto consecutivos, están en lo cierto.

El descanso da paso a más montaña. De inicio un final en alto largo pero muy tendido en Megeve, con más de 20 kms de ascensión muy irregular, que da paso a las dos etapas reinas de la edición. Y eso que ninguna supera los 170 kms. Se recupera el col du Granon como final de etapa, donde el único ganador hasta ahora es Eduardo Chozas, en una etapa con 70 kms finales muy duros, como Telegraphe-Galibier y el final en Granon, con 10 kms al 9%. Y al dia siguiente hay ración para los clásicos del Tour, que no todo va a ser tachuelas y puertecitos, sino sabor añejo. Galibier (por su vertiente más tendida) seguido de Croix de Fer (22 kms al 5%) y el remate en el mítico Alpe d´Huez. Nombres de antaño en una etapa sin exceso de calorías: 166 kms.

Tras siete jornadas seguidas mirando hacia el cielo al terminar la etapa, llega al fin una jornada más tranquila en Saint Ettiene, antes del final en el aeródromo de Mende, con sus 3 kms al 10% muy cerca de meta. La intensidad irá bajando con una etapa para sprinters en Rodez y el tercer y último descanso, que servirá para afrontar unos pirineos que irán subiendo en intensidad. Comienzan con una etapa para el contraataque en Foix, con Lers y el Mur de Peguere (4 kms al 11%) muy cerca de meta. Siguen con el final en Peyragudes por su vertiente suave, en una etapa de 130 kms con cuatro puertos: Aspin, Ancizan, Azet y Peyragudes. Y concluyen con la etapa más exigente, con tres subidas bien encadenadas y exigentes: Aubisque, Spandelles y Hautacam, en tan solo 143 kms.

Restará para concluir una crono el sábado de 40 kms con un par de cotas, que se une a la inicial para superar los 50 kms de contrarreloj individual antes de poner punto final a la prueba con la etapa de Paris. Como vemos, muchos finales en alto, muchas etapas con chicha, pero sin ningún exceso.