Empezamos con el vigente campeón y podemos considerarlo principal favorito en esta edición. En la presente temporada solo ha participado en 4 vueltas de una semana, mostrándose en todas a un gran nivel y llegando aquí en un estado de forma óptimo. Fue ganador en O Gran Camiño, si bien es cierto que con una participación de nivel algo inferior, tercero en la general final de Paris-Niza, quizás en su pico algo más bajo de forma superado claramente por Pogaçar y Gaudu, y en las dos citas más cercanas al Tour se mostró intratable en Itzulia y en Dauphine.
Acompañado de un equipo Jumbo temible en todos los terrenos, se comentaba que venían con un equipo mermado y con carencias, probablemente esto será una de las mentiras o leyendas urbanas más grandes para la gran cita del año. Destacable el equipo entero con el polifacético Wout Van Aert, el gregario más temible en la alta montaña como es Sepp Kuss, que le hará falta un tiempo de recuperación tras el Giro, pero que en la última parte de la carrera puede ser decisivo, otra baza en la montaña como Wilco Kelderman, un todoterreno como Tiesj Benoot y unos rodadores excelentes como Cristophe Laporte, Dylan Van Baarle o Nathan Van Hooydonck.
A priori no tiene ningún punto débil reseñable más que tal vez esa presión de tener que gestionar la carrera llegando por primera vez como campeón y con el cartel de favorito.
