La Vuelta 2021 se presenta con los mismos ingredientes de siempre pero con un orden diferente. Sigue presentando carencias, como los pocos kms contrarreloj, pero amplía horizontes en forma de cimas de montaña y cambia el típico final en un gran puerto por etapas de media montaña y una contrarreloj final de cierta longitud que no se veía hace más de 15 años.
La Vuelta partirá de Burgos, una de las catedrales más icónicas del Camino de Santiago, para acabar en Santiago de Compostela, culmen de dicho camino. No es en absoluto ajena a la celebración del año jacobeo, que tiene lugar en 2021 y que en parte será el leit motiv de la prueba.
3 etapas en Burgos, 3, darán el pistoletazo de salida a la prueba. Una crono inicial de 8 kms con la subida al Alto del Castillo de por medio, que la dotará de vistosidad, señalará las primeras diferencias entre favoritos. Una segunda etapa para sprinters precede al primer gran final en alto, en Picón Blanco: un gran puerto de 8 kms a casi el 9% de pendiente media en el que se podrá ver quien está en forma para ganar la carrera.
Transición en Castilla con etapa en Molina de Aragón para sprinters aun con posible final en cuesta, que continuará con otro probable sprint en Albacete. Ojo al viento en ambas etapas, que puede ser fundamental. Se llega a la comunidad valenciana con dos etapas con final en alto, en Montaña de Cullera y en Balcón de Alicante, con un final exigente y un recorrido típico de media montaña.
La primera semana acaba con un sprint en la comunidad de Murcia y una gran etapa de montaña con finan el Velefique y el primer gran estreno: el puerto de Venta Luisa por Tíjola, un auténtico “bicho” de 30 kms y zonas realmente duras en el que se invertirá una hora de esfuerzo. Tras su descenso, final en el muy escénico y exigente Alto de Velefique (16 kms al 6,5%) para llegar al primer descanso.
La segunda semana comienza con 3 etapas con dificultades montañosas consecutivas. En la primera quedan reducidas a la subida a Almachar cerca de meta, que imposibilitará el sprint. En la segunda vuelve el repechón final de Valdepeñas de Jaén, con rampas cercanas al 20% precedido de un terreno muy “pestoso” y quebrado. La última etapa de este bloque acaba en Córdoba, con ascensiones a San Jerónimo y el 14%, quedando un final de etapa propicio para fugas. Extremadura vuelve a la Vuelta con una etapa llana en Villanueva de la Serena y con un nuevo final en alto, pasándose dos vertiente del mismo. La primera, corta y muy explosiva (Ballesteros, 3 kms al 13%) y la segunda más larga y tendida (14 kms al 6,5%) para llegar al Pico Villuercas. La última etapa de la segunda semana será una etapa de montaña por el Sistema Central con tres puertos largos y no muy duros bien encadenados (Centenera, Pedro Bernado y Mijares) con unos 15 kms y medias cercanas al 5% antes de un puerto final de tercera categoría y final en la tierra de ciclistas que es El Barraco.
Por último, un largo traslado dejará a los ciclistas en Cantabria. Comienza la semana decisiva con una etapa ligeramente quebrada en Cantabria antes de afrontar el bloque decisivo de la prueba con las llegadas a Lagos de Covadonga y a Gamoniteiro. El trazado de la etapa de Lagos se ha visto endurecido con la inclusión del muy exigente Alto de Bedules (9 kms al 8%) que se afrontará dos veces, antes del clásico final.
No menos duro será el recorrido de la etapa de Gamoniteiro, con San Lorenzo, Cobertoria y un largo rodeo para afrontar la vertiente más sencilla del Cordal y la durísima subida al Gamoniteiro, uno de los 10 finales en alto más duros que jamás haya afrontado una prueba ciclista, comparable al Angliru por exigencia, aunque no en características.
Tras esto, una etapa tranquila por Galicia en Monforte de Lemos y una etapa muy nerviosa en Pontevedra, con final en repecho tras un recorrido de media montaña muy exigente con A Groba como punto clave y varias tachuelas para limar las últimas diferencias. Por último la única crono larga, con poco más de 30 kms para acabar en Santiago de Compostela.
Tres características clave de este recorrido tras una primera impresión: gran cantidad de finales en alto muy duros (Picón Blanco, Velefique, Villuercas, Lagos y Gamoniteiro) una ración de montaña sin final en alto o con final suave muy superior a otros años (Rincón de la Victoria, Córdoba, Avila y Pontevedra) y la típica escasez de contrarreloj.
