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Un traslado de punta a punta de la península situara al pelotón en Elche, de donde partirá la única prueba contra el reloj de forma individual de la prueba. Por lo menos es para especialistas, pues básicamente son dos tramos rectos, primero hasta llegar a la localidad de El Altet y luego de forma paralela al mar hasta Alicante. Solo son 31 kilómetros, añadiéndole un poco de distancia hubiera sido espectacular el paso por el cabo de Santa Pola o incluso incluir alguna subida como la de Gran Alacant o al estadio Rico Pérez.
En algún sitio se ha vendido la siguiente etapa como homenaje a Alejandro Valverde, por partir de Murcia, no es el caso pues poco cariño se le mostraría al murciano. En este caso corresponde más a satisfacer a uno de los patrocinadores de la carrera. Eso sí, la etapa es de la mejor trazadas de esta edición con un buen paso por el Parque Natural del Cabo de Gata, con muchas opciones de presencia de viento, en especial al poner la meta al final de la playa de las Salinas, con unos kilómetros finales paralelos a una costa completamente abierta.
El resto de la semana consistirá en un salto de provincia en provincia para terminar regresando cerca del punto de partida, en un caso extraño para La Vuelta, que habitualmente apuesta por etapas uniprovinciales, lo que además en este caso hubiera podido propiciar mejores recorridos. La primera de estas etapas se desarrollara desde Salobreña para recorrer prácticamente toda la costa malagueña hasta la ascensión final a Peñas Blancas, que debutó en 2013 pero que en esta ocasión se alarga hasta el mirador de Los Reales. Merece la pena recordar que existe una variante al comienzo de la subida que incrementaría la dureza de la subida.
Entre Ronda y Montilla se disputará en principio una etapa sin apenas “chicha”, sin apenas dificultades orográficas en el terreno, por lo que la llegada masiva es lo más predecible junto a que prospere una escapada. Siempre miramos las etapas destacadas de montaña, pero es aquí donde un organizador avispado puede mejorar su propuesta, pues la zona da para encontrar algunos “puntos calientes” que evitasen el posible sopor.
El fin de semana que cierra esta segunda semana debería ser el decisivo para la carrera. Empieza con un final en Sierra de la Pandera, en lo que podemos definir como jornada unipuerto, pues el puerto previo de Los Villares esta enlazado sin descenso con la ascensión final a la estación militar. Si se hubieran querido meter más puertos previos la zona cuenta con bastantes, aunque la subida final siempre destacaría sobre manera.
Al menos la siguiente jornada sí que presenta un recorrido de muy alta montaña, donde destaca la subida final a Sierra Nevada, hasta el punto más alto posible que han dejado las autoridades. Además lo hace acompañado de El Purche, que a su lado parece pequeño, y por una de las vertiente más exigente, que incluye en primer lugar la ascensión a Hazas Llanas, para bajar un poco y encadenar con la habitual vertiente de la A-395 y el paso final por la estación hasta el Hoya de la Mora. Es una pena que a última hora se haya descartado el paso por el Collado de las Sabinas, una carretera mucho más interesante y ciclista, que debería ser obligatoria pero que parece que el Parque Nacional veta su uso, es uno de los casos más extraños de recorrido que conozco.