Hace 44 años nació en Cesena un corredor italiano que sería llamado a marcar una época en la alta montaña. Fue profesional entre 1992 y 2003, siendo el Giro de aquel año su última carrera realmente competitiva. Fallecería en un apartamento de Rimini en unas circunstancias confusas y extrañas, dando lugar al mito.
En 2014 se cumplen 10 años de su muerte, en concreto el 14 de febrero, día de San Valentín. Sin duda, será un día en el que los románticos del ciclismo lloren la pérdida de una de las personalidades más fuertes y peculiares que ha pasado por este deporte para dejar su impronta y marcar un sello que hoy día sigue vigente: correr y ganar a lo Pantani.
Probablemente para la generación que vivió el ciclismo con él, será el mejor escalador de siempre. Vendrán otros, pero ninguno habrá sido como el primero. Marco siempre será leyenda. Felicidades, allá donde estés.
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