Parecía claro que el joven corredor de Argos-Shimano debutaría en el Tour de Francia. Sin embargo, tras ver el trazado que presentará la próxima Vuelta, parece que las dudas le han asaltado. No será hasta abril cuando tome una decisión, toda vez que las clásicas de las Árdenas hayan pasado y su primer periodo de descanso llegue.
“Me gusta mucho la Vuelta, pero además hay menos presión de la prensa francesa y eso ayuda a los corredores jóvenes a desarrollarse”. Esa creencia y que el recorrido presenta de nuevo un aspecto muy montañoso le hace pensar seriamente el cambiar el programa previsto y dedicar sus esfuerzo en demostrar que las dos etapas ganadas en 2013 no fueron fruto de la casualidad.
Sus aspiraciones pasan por buscar una buena general, aunque con calma y paso a paso. En el Tour todos mirarían con atención a un joven que, junto a Pinot, puede marcar una era en el ciclismo francés.
Antes de tomar la decisión de qué grande correr en 2014 -en ningún caso haría dos-, tiene un calendario exigente por delante, basado en el World Tour, aunque muy poco francés. Sólo el inicio lo será, con debut en el GP de la Marsellesa. Será su único día de competición en tierras galas antes de acudir a la Volta Catalunya y a País Vasco, desde donde partirá a las Árdenas para cerrar su primer bloque de competición.
Será entonces cuando tomen la decisión, observando también las evoluciones físicas de un corredor que tiene todos los ingredientes para convertirse en una auténtica estrella.
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