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Acaba el Giro de Colombia

Punto final. Se acabó la edición 2014 del Giro de Italia y lo hizo con un vencedor que asombró al pelotón internacional hace menos de un año. Nairo Quintana (Movistar) era uno de los principales aspirantes a la victoria en la salida de Belfast y, al cabo de tres semanas, ha hecho buenos los pronósticos. El colombiano comenzó la “corsa rosa” dubitativo y el paso de los días no hizo sino acrecentar los rumores acerca de su estado físico.

La caída de Montecassino le hizo perder 49 segundos en la clasificación general, pero salvó el día; lo verdaderamente importante. Se esperaba su presencia en la montaña del Carpegna, pero no apareció. De un corte similar fueron sus ascensiones a Sestola y Oropa, donde Domenico Pozzovivo (Ag2r) criticó que el colombiano hiciese los últimos kilómetros de la subida al santuario a su rueda sin dar un relevo. Las declaraciones de Quintana, además, no hacían presagiar nada bueno. Diferentes infecciones parecían debilitar el estado físico del escalador colombiano.

Pero entonces llegó la etapa de Val Martello. Con el mismo perfil que la que tuvo que ser suspendida hace un año a causa de la nieve, y que, tras su desarrollo, monopolizó los comentarios y tertulias de la carrera durante la última semana. En el descenso del Stelvio se decidió el Giro de Italia, después de que una decisión de la organización confundiese a unos y animase a otros. Sin embargo, aunque el corte se hiciera en la bajada, Quintana demostró estar en un nivel superior a la mayoría de sus rivales. Rigoberto Urán (Omega Pharma-Quick Step), segundo en la clasificación general, perdió la “maglia rosa” en Val Martello, pero, a pesar de la pérdida de tiempo con la que comenzó la última ascensión, no fue capaz de defender el liderato en primera persona en los 20 kilómetros finales.

Además, en su contra jugó el desnivel acumulado de los puertos del Gavia y el Stelvio. Junto a la reina, el campeón eligió otra etapa para demostrar sus dotes escaladoras y ahuyentar cualquier tipo duda en torno a la fortaleza de su victoria. Así, la exigente cronoescalada de la Cima Grappa fue un bonito espectáculo entre el líder y un emergente Fabio Aru (Astana) con desenlace favorable al colombiano por 17 segundos.

Para el joven, el Giro de Italia ha supuesto un paso adelante en su carrera deportiva. Lugarteniente de Vincenzo Nibali (Astana) hace un año, el rol de Aru para la presente edición era el mismo: el de gregario. Sin embargo, la caída de Scarponi (Astana) y las buenas “performances” en la montaña le catapultaron al top ten y en la cronoescalada se quitó la careta para colarse en el podio, desbancando al corredor más combativo del Giro de Italia 2014, el francés Pierre Rolland.

Sin ninguna duda, ésta fue la carrera de los colombianos, omnipresentes, no sólo en la carretera, sino también en las cunetas. Nairo Quintana se adjudicó la prueba tomando la “maglia rosa” que, hasta Val Martello, había llevado su compatriota Rigoberto Urán. Además, los colombianos volvieron a aparecer en las montañas del Giro de Italia y recordaron, por momentos, a los “escarabajos” de los años 80. Julián Arredondo (Trek) se llevó la “maglia azzurra” de la montaña y, tras intentarlo durante toda la carrera, obtuvo la recompensa en forma del triunfo de etapa en el exigente refugio de Panarotta.

También fue un Giro de Italia en el que los australianos tuvieron una presencia masiva. Primero con Orica-Greenedge y, después, con Cadel Evans (BMC) y Michael Rogers (Tinkoff-Saxo Bank), vencedor de dos etapas. El campeón del Tour de Francia 2011 fue “maglia rosa” durante varias jornadas, pero tuvo que ceder ante el empuje de los jóvenes. Con 37 años, Evans luchó con ciclistas 12 años menores que él evidenciando que está en el ostracismo de su carrera. Lo que es irreprochable al “aussie” es su profesionalidad. Implicado en la carrera en todo momento, jamás dejó de luchar, aunque fuese por un séptimo puesto en la clasificación general (premio de consolación para un vencedor del Tour, campeón del mundo y podio en las tres grandes pruebas por etapas).

Con respecto al desarrollo y desenlace de la última etapa, ésta siguió el patrón previsto en las etapas finales de las grandes vueltas. Esta vez a orillas del Adriático, en Trieste, el pelotón homenajeó a los ganadores de las diferentes clasificaciones y, comandados por el equipo del líder, Movistar, entraron en el circuito final agrupados.

Para el sprint final, todas las apuestas daban a Nacer Bouhanni (FDJ.fr) como principal favorito, pero al francés el último repecho del Giro se le atragantó y le haría perder unas energías que habría necesitado metros después. Nizzollo (Trek), por fin, vio a su gran rival en este Giro batido, pero cuando cantaba victoria Luka Mezgec (Giant-Shimano) le rebasó por la derecha con la fuerza de un “sputnik”. El esloveno triunfaba así muy cerca de su país, Eslovenia, y cerraba para su equipo, Giant-Shimano, un Giro capicúa.

Pedro Ceinos

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