Los gemelos británicos nacidos en 1992 son dos de las nuevas caras del Orica Green Edge para su plantilla de 2014. Con 22 años, ambos constituyen una parte importante del futuro del ciclismo británico e, incluso, mundial. Comparten, además, apellido con Sean, corredor entre otros del Motorola de Armstrong y Casartelli.
Unidos en su etapa amateur, como profesionales han querido seguir la estrategia y hacer coincidir sus destinos. En el equipo australiano van a encontrar la posibilidad de descubrir las mejores carreras y ganar experiencia, ya que la calidad han demostrado poseerla. Sin embargo, ya han logrado muy buenas victorias. Simon brilló en la Vuelta a Gran Bretaña, donde levantó los brazos en dos ocasiones. Fue décimo en la general, siendo una de las sensaciones. Pero la gran revelación sería su hermano, Adam.
Fue segundo por detrás del español Rubén Fernández y dio gran presencia a su equipo, el Ectapel. No obstante, y pese a ese buen resultado, magnífico, no ha sido el que más optimismo ha despertado en los futurólogos del ciclismo. Simon ganó una etapa en la cada vez más llamativa vuelta de su país, cuya clasificación fue a parar al ex ganador del Tour, Bradley Wiggins.
En la general Simon sería tercero, algo que, considerando el peso de la larga contrarreloj en la resolución de la carrera, nos da una idea del gran competidor en vueltas por etapas que se está gestando. Los dos llegarán muy alto. No tardaremos en medirles con los campeones del presente.
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