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Alejandro Valverde, ¿táctica cobarde o valiente?

El murciano ha optado por esquivar a sus rivales y acudir a la Ruta del Sur francesa como preparación del Tour de Francia. Sabido es por todos que Alejandro tiene una buena relación con la Dauphiné, prueba que obtuvo en dos ocasiones (2008 y 2009) y en la que siempre ha declarado que se “calienta” demasiado. Esas fuerzas después las ha echado en falta durante el mes de julio y es justo lo que ha querido evitar en esta ocasión. Pero también se puede interpretar como una forma de evitar el contacto directo con sus rivales, para evitar comparaciones y mantener la incógnita hasta el último momento. ¿Movimiento cobarde o valiente? 

Se puede interpretar también como un gesto de valentía. Un claro ejemplo en Dauphiné: Nibali ha estado un punto por debajo de los dos grandes favoritos, hecho que ya ha comprobado y que le permite tener margen de mejora y perfeccionamiento. En el caso de Valverde, no tendrá esa referencia, por lo que se presentará en la salida de Leeds sin margen de error. Una apuesta arriesgada que le puede salir bien y estar más descansado para las etapas más relevantes o salirle mal y llegar sin ese punto de competición que sí tendrán sus contrincantes. Tras un gran inicio de temporada y una primavera aceptable, aunque sin los resultados esperados, el líder del Movistar para el Tour es el único de los grandes nombres que comparecerán en la ronda francesa que no se ha mostrado en las carreras previas.

Junto a ‘Purito’, bien es cierto, pero éste competirá sin las ambiciones necesarias para la clasificación general y se dedicará a cazar etapas. Valverde corre por el podio, un imposible para él durante su larga trayectoria, pero que tocó con los dedos en 2013, donde sólo una avería mecánica inoportuna le dejó fuera de la lucha. Por piernas, tenía plaza. Siempre se habla de su última ocasión, pero ésta nunca llega. Alejandro tiene la alargada sombra de Nairo Quintana detrás, acechando en el liderato absoluto de su equipo.

En 2014 ha tenido la fortuna de que el colombiano ha sido destinado (a regañadientes) al Giro, donde ha conseguido la victoria absoluta. Sabe que en 2015 ya será muy complicado alejar a su compañero de la lucha por el maillot amarillo y que en esta edición tiene un recorrido a su medida, con muchas etapas de dificultad media y alta, pero ninguna que destaque por encima del resto. Sólo la contrarreloj, larguísima, puede asustar a un candidato al que la presión en estas pruebas le encoge.

Ya de salida tiene una gran prueba de fuego. La segunda etapa tiene mucha miga y todos le señalan como el gran favorito para imponerse en ella. Después llega el pavé y ahí está el gran peligro de un ciclista que tiene muy mala suerte en estos días complicados. Si lo salva en unos términos razonables, hay candidato al podio. Sin duda.

L.S.

2 Responses
  1. A ver se te dejas llevar menos por lo que opinan los catetohaters (de los paísitos parásitos) de los ciclistas españoles coño, que ya estáis tocando los cohone demasiado.

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