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ANÁLISIS DLC: KWIATKOWSKI INCONTESTABLE EN EL BOULEVARD

Como cada temporada desde 1981, la resaca del Tour de Francia nos ha llevado a las carreteras vascas para disfrutar de la Clásica de San Sebastian. La capital donostiarra ha acogido una vez más a lo más ilustre del pelotón internacional en su clásica veraniega por excelencia. El recorrido apenas ha variado con respecto a las dos ultimas ediciones con el paso final por Murgil Tontorra, en las proximidades del Monte Igueldo, como juez decisivo de la carrera, finalizando como es costumbre en el majestuoso Boulevard de la ciudad vasca. Un trazado sinuoso enfocado a ciclistas con buen final que pasan bien la media montaña e incluso también escaladores. Hoy además era un día muy especial para uno de los componentes del pelotón de la Klasika. Haimar Zubeldia, en las filas del conjunto Trek, se retiraba del ciclismo en el día de hoy, en la carrera de casa, después de veinte temporadas como profesional. El ciclista de Usurbil ha lucido una bicicleta diseñada especialmente para el día de hoy y se despide dejando el pabellón bien alto, siendo siempre un ejemplo de profesionalidad y trabajo para este deporte. Zubeldia ha sido el encargado del protocolario corte de cinta y además ha portado el dorsal numero uno de la prueba.

Como es costumbre la fuga de la jornada se formaba en los compases iniciales de la prueba. Siete unidades formaron la aventura del día cuando apenas se llevaba hora de carrera y siempre alrededor de los cinco minutos de ventaja sobre el grupo donde los llamados a pelear la victoria en la línea de meta de Donosti marchaban con aparente tranquilidad. Bystrom, Chetout, Insausti, Delage Erviti, Pfingsten y Le Turnie han sido los protagonistas de la primera parte de la carrera, con las ascensiones a Meaga, Iturburu y posteriormente Alkiza. En las dos primeras el corredor guipuzcoano de Bahrein-Merida,  Jon Ander Insauti ha pasado en cabeza mientras que el francés de Cofidis Lois Chetout hizo lo propio en el Alto de Alkiza siendo a la postre vencedor del gran premio de la montaña tras conseguir más puntos en los puertos finales de la jornada. Destacar el abandono de  Beñat Intxausti cuando se llevaban recorridos unos setenta kilómetros, una lástima por el corredor vizcaíno, ya que hoy era el día de su reaparición en 2017 después de un largo parón motivado por una mononucleosis que le afecta desde la temporada pasada.

En la subida a Jaizkibel la escapada se rompía en mil pedazos quedando en cabeza el Movistar Imanol Erviti y el francés de Cofidis Le Turnie, que coronaban con una ligera ventaja la célebre ascensión de la clásica donostiarra. El conjunto Sky aceleraba la marcha en plena ascensión para cerrar el hueco de los fugados teniendo en cuenta que jugaban varias bazas de victoria y el pelotón volvía a compactarse en busca del Alto de Arkale. En esta ascensión y con la meta del Boulevard ya en la mente de los favoritos a la victoria se iba a formar un grupo de ilustres que apenas iban a conseguir algo más de cuarenta segundos de diferencia, y en el que viajaban entre otros Enric Mas, David de la Cruz o Gianni Moscon, quedando este último en solitario para afrontar el primer paso por la línea de llegada en San Sebastián con algunos segundos de ventaja, justo antes del boucle definitivo con el duro Murgil Tontorra como colofón.

Llegaba el momento decisivo con el conocido Monte Igueldo como protagonista en las rampas de Murgil Tontorra y con el italiano Moscon en cabeza aun con un ligera diferencia que no subía del medio minuto cuando llegó el cambio y estrechamiento de la calzada. Dentro de lo esperado el ciclista de Sky era neutralizado y la cosa empezó a ponerse seria con un primer movimiento del belga del Lotto Jelle Vanendert que abrió la caja de los truenos para dejar paso a los ciclistas que se iban a jugar la victoria. El alavés Mikel Landa con un brutal cambio de ritmo se llevaba al francés Tony Gallopin a su rueda y a ellos se unía el vencedor de la pasada edición Bauke Mollema. No tardó en llegar el ataque de uno de los principales favoritos al triunfo en el día de hoy, el compañero en Sky de Landa, Michal Kwiatkowski que a su vez entraba en el grupo junto al vencedor del Giro de Italia Tom Dumoulin. El quinteto se presentaba con la ventaja suficiente ya en las avenidas donostiarras y la Clásica era definitivamente cosa de ellos.

En la recta final y con los cinco corredores lanzados apareció esa fuerza de la naturaleza procedente de Polonia llamado Michal Kwiatkowski. Con una suficiencia incontestable, después de un formidable trabajo de Landa, el corredor del Sky se impuso a Gallopin y al holandés de Trek Bauke Mollema que en esta ocasión tuvo que conformarse con el tercer puesto. Después del gran trabajo en favor de Chris Froome en el pasado Tour de Francia y la victoria en un monumento como Milán-San Remo, el polaco sigue firmando una gran campaña y todavía le quedan más objetivos en este 2017.

Alberto Diaz Caballero

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