Análisis DLC: Suiza tampoco da pistas para el Tour

A falta de la resolución de los Campeonatos Nacionales el próximo fin de semana, el calendario ciclista camina directo al gran acontecimiento de la temporada en carreras por etapas, el Tour de Francia. La Vuelta a Suiza ha sido el ultimo paso de cara a la carrera francesa aunque como bien dijimos en artículos anteriores la mayor parte de los llamados a hacer algo importante en la Grande Boucle optaron por correr el Criterium de Dauphine y es que la prueba suiza no acaba de enganchar del todo en los últimos tiempos, ni siquiera a los espectadores .No obstante la carrera helvética nos ha dejado algunos momentos interesantes que vale la pena reseñar.

Lo primero es sin duda resaltar el potencial de una escuadra como BMC cuando se trata de la lucha contra el crono. El rendimiento del equipo rojinegro en la contrarreloj es un verdadero escándalo, teniendo en el australiano Rohan Dennis como su ciclista mas puntero en la especialidad teniendo en cuenta que ha vencido con absoluta facilidad las dos cronos individuales de las que constaba esta carrera. Por si fuera poco el segundo clasificado en ambas jornadas fue su compañero Stefan Küng, un verdadero portento en esta disciplina que disputaba la carrera de casa. Y se puede decir que aquí no termina la cosa puesto que en la jornada que cerraba la carrera con la contrarreloj larga en la ciudad de Shaffhausen el tercer clasificado fue el italiano Damiano Caruso también del conjunto BMC. Por lo tanto no hay duda de quien manda a la hora de afrontar la lucha contra el cronometro y de ahí sus buenas prestaciones en los Campeonatos del Mundo por equipos.

Otro protagonista a destacar, como viene siendo habitual, es el vigente campeón del mundo Peter Sagan. El eslovaco cosechó en esta ocasión dos triunfos de etapa, El primero de ellos con tal superioridad que entró en meta marcándose un baile, algo que suponemos no debió de entusiasmar a sus derrotados rivales que solo pudieron ver la espalda del arco iris. Como dato, el corredor de Bora-Hansgrohe atesora nada menos que quince triunfos parciales en sus participaciones en la ronda helvética, tan solo en el Tour de California donde acumula 16 victorias de etapa, ha obtenido más triunfos de etapa. La realidad es que cada vez que aparece Peter Sagan sea en la carrera que sea y a la altura de la temporada en la que esté, viene acompañado de triunfos y por supuesto mucha expectación, siempre con esa aura de estrella que lo persigue.

Respecto a lo ocurrido en la lucha por la clasificación general, la ausencia de todos los grandes nombres que disputarán el Tour de Francia en las próximas semanas, parecía quitar interés a la carrera desde el punto de vista del aficionado. Sin embargo hemos podido asistir a un espectáculo más que decente. En la etapa con final en alto en La Punt, el pequeño escalador italiano de Ag2r Domenico Pozzovivo se hacia con el triunfo y se vestía con el maillot amarillo de líder de la prueba superando al portugués Rui Costa. Poco le iba a durar la alegría al corredor transalpino ya que al día siguiente se iba a dejar en meta más de dos minutos y medio cediendo el liderato. El esloveno Simon Spilak firmó una brillante hazaña en la ascensión final al impronunciable y espectacular Tiefenbachferner a casi tres mil metros de altitud con paso por túnel incluido, llegando en solitario por delante de Ion Izagirre y del americano Joe Dombrowski. Tras su memorable jornada el corredor de Katusha asaltó la primera posición en la clasificación general seguido del italiano de BMC Damiano Caruso y el holandés Kruijswijk. La crono final iba a resultar el juez para el devenir de esta edición de la Vuelta a Suiza, y en ese terreno que no es ni mucho menos el mas propicio para él, Spilak realizó una magnifica defensa del liderato, perdiendo apenas cuatro segundos con Caruso e incluso registrando mejor tiempo que Steven Kruijswijk. Por lo tanto el corredor esloveno consigue así su segunda Vuelta a Suiza, después de su victoria en 2015, siendo el país alpino donde mayores éxitos ha cosechado ya que también fue vencedor del Tour de Romandía en 2010 además de ocupar varias veces plazas de podio.

Para finalizar debemos hacer hincapié en la poca expectación que genera un año mas la Vuelta a Suiza de cara al espectador e incluso respecto a su participación. Es cierto que ya se respira Tour de Francia en todos los ambientes ciclistas, pero la que para algunos es sin dudar la cuarta carrera por etapas en importancia del calendario no acaba de seducir al público a pesar de habernos dejado algunos instantes de buen ciclismo en esta edición. Tampoco ayuda la casi residual presencia de aficionados en la cuneta, siendo Suiza un país con cierta tradición ciclista, no olvidemos los nombres de Koblet, Kubler, Rominger o Cancellara, y con una orografía y paisajes privilegiados para la práctica del ciclismo de carretera. Y es que da cierta tristeza observar que apenas son las vallas publicitarias las únicas espectadoras de la formidable ascensión de Spilak al coloso Tiefenbachferner rodeado de un entorno insuperable.

Alberto Díaz Caballero

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