PAISAJE (8/10): La zona final le hace ganar muchos puntos respecto a las otras subidas de la zona.
TRAFICO (5/10): Tiene otros puntos turísticos cercanos que la hacen menos visitada.
ASFALTO (6/10): Los numerosos resaltos pueden hacer la subida muy molesta.
Subida bastante poco publicitada cuando me parece muy atractiva, e ideal para, por ejemplo, una meta de la Vuelta al País Vasco, con la dureza justa para ser vital en una carrera de esas dimensiones.
Tras el desvío donde comienza la subida, se atraviesa velozmente el Barrio de Bengolea, donde pasamos por un corto estrechamiento, aunque la carretera será ancha hasta la zona de Santa Lucia. Para llegar hasta ese punto hemos atravesado importantes rampas, aunque en realidad hablamos más de un puerto de porcentajes constantes. Pero ese tramo llegara tras bordear un antiguo vertedero restaurado y un tramo de dos kilómetros diferentes: kilómetro y medio prácticamente llano antes del medio kilómetro más exigente en la zona del Barrio de Aguirre. Es aquí donde la subida cambia de fisonomía, más estrecha, sin líneas en los bordes, de porcentajes más regulares y un entorno boscoso, que nos acompañará hasta los kilómetros finales, donde la perspectiva se abre, en especial tras el paso por el aparcamiento de un área recreativa desde donde ya vemos la torre de comunicaciones que marca la cima de la subida. Para llegar a ella rodearemos una impresionante pradera, dejaremos a la derecha un desvío hacia La Arboleda y coronaremos la subida en la misma puerta de las instalaciones.