Biomecánica: junior y máster

Murcia acogió el fin de semana del 23 al 25 de agosto los Campeonatos de España para las
categorías Junior y Máster, un fin de semana cargado de buen deporte y una gran oportunidad para observar y valorar la disposición de los ciclistas junior sobre sus bicicletas, ya que aquí se han concentrado selecciones de las distintas comunidades.

Puestos a observar enseguida te das cuenta que la gran mayoría, por no decir todos, siguen un patrón parecido, una altura excesiva en el sillín, que se puede apreciar en la expresión del pedaleo porque genera una extensión plantar al paso de la biela por la parte inferior, lo cual también está asociado al uso de bielas demasiado largas para su longitud de pierna. Esta situación resta posibilidades de que los ciclistas expresen el máximo de su capacidad en eficacia, con muchas probabilidades de que surjan lesiones asociadas a esta posición como alteraciones en la rodilla, en la cabeza del fémur y en la columna, así como acortamiento muscular posterior.

No quiero ser alarmista, pero realmente sorprende que un tema tan trascendente para el ciclismo como el ajuste biomecánico pase desapercibido y no sea valorado por ciclistas, escuelas, clubes y federaciones con la importancia que se merece. Durante el campeonato tuve la suerte de encontrarme con uno de los ciclistas más grande que ha dado el ciclismo español, supongo que ya sabéis de quien hablo, nuestro Miguel Indurain. Teniendo la paciencia de esperar que los asistentes se realizaran las fotos de rigor y firma de autógrafos tuve la ocasión de charlar un rato con él, lo suficiente para conocer su opinión sobre biomecánica, componentes y ajuste de la posición.

La presencia de Miguel en el campeonato se debía a que su hijo participaba en la prueba de crono junior, y al poco de estar hablando con él enseguida me di cuenta que no tenía ni la menor idea de la importancia y la necesidad de utilizar los componentes adecuados para lograr una posición correcta, para mejorar el rendimiento y evitar posibles alteraciones o daños, y lo peor es, que a pesar de tener un hijo compitiendo en edad de crecimiento, no tenia tampoco el más mínimo interés, alegando que eso de la biomecánica era cosa de los
entrenadores y que su hijo estaba utilizando una bicicleta de un corredor de Movistar, como si eso le bastara para creer que la bicicleta no podía ser mejor.

Verdaderamente asusta y consterna ver a estos jóvenes ciclistas como lo dan todo sobre la bici sin saber que se están lastimando y que su esfuerzo se vería realmente recompensado si pudieran disfrutar y beneficiarse de una posición adecuada que les permitiera expresar el máximo de sus capacidades. Pues bien, esto nunca será posible hasta que las
federaciones y el resto de la comunidad ciclista tomen conciencia de la importancia de ajustar las bicicletas a las personas que las montan.

No podemos olvidar que estamos hablando de selecciones donde se encuentran los mejores jóvenes de este deporte que son los futuros profesionales, si a los técnicos y demás involucrados no les importa el rendimiento que los niños dejan de expresar y los posibles problemas de salud que puede ocasionar una mala posición, ¿cómo podemos hacer para
que la biomecánica se integre en los cimientos de un gran anhelo del ciclismo?

AMADEO ORTIZ

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