El inglés es galardonado con el Velo d’Or, el premio que corresponde al considerado mejor ciclista del año. Un prestigio que anteriormente han ganado todos los grandes corredores desde 1992. Indurain estrenó el trofeo, repitiendo en 1993 y dando paso a genios como Rominger, Jalabert, Museeuw, Pantani, Ullrich… y Froome, que ha sido sin lugar a dudas el corredor del año.
Es un nombramiento que en complemento con haber ganado el Tour de Francia le sube a los altares. Sucede a su compañero y compatriota Wiggins, cuya temporada ha sido más o menos una fotocopia de la Chris. Ambos han marcado un hito y este premio lo corrobora.
El Velo d’Or tuvo sus años más oscuros en la época Armstrong, siendo desposeído de sus cinco títulos. Sólo Cipollini intercaló su reinado en 2002. El único español premiado –Indurain aparte- ha sido Contador, ganador en tres ocasiones consecutivas entre 2007 y 2009. Desde entonces sólo el pinteño, segundo en 2010, y Valverde, tercero en 2012, han pisado el podio.
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