En los últimos días se ha especulado con la presencia de Nairo Quintana en el próximo Giro de Italia. Las posiciones son encontradas entre los que abogan por su participación en la ronda transalpina y los que no. A continuación os mostramos estas opiniones defendidas por dos de nuestros redactores y os proponemos que deis al final vuestro punto de vista, tanto en la encuesta como en los comentarios.
QUINTANA AL GIRO
Muy pronto, en 2018, se cumplirán 20 años de las victorias de Marco Pantani, el añorado Pirata, en Giro de Italia y Tour de Francia de forma consecutiva en una misma temporada. El ciclista italiano es hasta la fecha el último en conseguir este anhelado doblete que antes habían conseguido otros ilustres como Induráin, Hinault, Anquetil o Coppi por citar a algunos. Ante esa tesitura se presenta en 2017 el colombiano de Movistar Nairo Quintana. Su participación en el Giro de Italia está prácticamente confirmada y no son pocas las voces que se han alzado en contra de que el boyacense asuma el reto de vencer las dos grandes vueltas en un mismo año, entre ellas las de un Vicenzo Nibali que aseguraba hace unos días que es algo imposible. Independientemente de que pueda conseguirlo, bajo mi punto de vista hay algunos puntos a favor respecto a que Nairo sea de la partida en la próxima Corsa Rosa.
Primeramente el componente sentimental e incluso histórico de este deporte. En estos tiempos de modernidad, de equipos y pruebas a ritmo de petrodólares, de apartar en algunos casos la tradición por un lucrativo afán de crecimiento, algunos no nos resignamos a pensar que el ciclismo siga aferrado a aquellos tiempos no tan modernos pero si más apasionantes desde el prisma del aficionado. El Giro de Italia es probablemente la vuelta por etapas del calendario que más encarna esos valores de épica y ciclismo añejo que en algunos casos se echan en falta, por lo que la participación de uno de los mejores ciclistas del planeta como es Nairo Quintana tiene su lógica en la medida de la grandeza de la carrera italiana, donde el recorrido es si cabe más favorable a sus propios intereses que los del Tour de Francia. El mes de mayo será mucho más divertido si además de Nibali o Aru, entre otros, se une a la pugna por el Giro un corredor de la talla de Nairo. Es también una forma de hacer ver a aquellos aficionados a este deporte que solo lo son en el mes de julio, que hay más ciclismo aparte del Tour de Francia y visto los últimos antecedentes, de bastante mejor calidad. En otro lado quedarían los intereses comerciales de una u otra marca y los rendimientos que pudiera darles que su corredor estrella estuviera presente en una u otra cita.
Por otra parte está el plano estrictamente deportivo. Dos intentos reales ha tenido Nairo Quintana para vencer el Tour de Francia y en los dos ha abdicado ante el británico Chris Froome. Bien es cierto que en 2015 el corredor de Movistar estuvo más cerca que nunca después de la formidable etapa de Alpe d´Huez, pero la realidad fue que Froome se llevó la victoria en ambos casos. Con esto no afirmo en ningún caso que Nairo no tenga posibilidades de vencer en la Grande Boucle, por supuesto que no, simplemente me remito a los hechos acaecidos en las últimas temporadas, donde la todopoderosa estructura del conjunto Sky ha controlado la carrera con cierta contundencia en pos de la victoria de su jefe de filas Chris Froome relegando en segundo lugar a otros aspirantes como el propio Quintana. Además desde la dirección de su equipo, Movistar, no se apuesta en muchos casos, por estrategias o planteamientos de corte ofensivo y si de un conformismo que no beneficia en absoluto al colombiano y si a los intereses de sus rivales del conjunto Sky. Por ello ser de la concurrencia en el Giro de Italia le garantiza al menos aspirar a una gran vuelta antes de su cita en las carreteras francesas donde a priori lo tendrá más complicado, y en caso de triunfo en el país transalpino llegaría a la salida del Tour en Dusseldorf con los deberes casi hechos. Además Nairo atesora todavía juventud para la alta competición ciclista, y tendrá ante sí más temporadas para centrarse en exclusiva en alzarse victorioso en los Campos Elíseos de Paris.
Alberto Díaz Caballero
QUINTANA AL TOUR
Tras haber ganado el Giro de Italia en 2.014 y la Vuelta a España el año pasado, la única ronda de tres semanas que le falta a Nairo es el Tour de Francia. Y por tanto es en la ronda gala donde debe centrar su máximo objetivo el ciclista de Movistar. Además, las últimas temporadas están demostrando que quienes acuden a la salida del Tour con el Giro ya en sus piernas y habiendo disputado la carrera transalpina hasta el final, acusan ese esfuerzo durante el mes de julio. Nada nuevo que no sepamos ya en este ciclismo actual tan especializado en cuanto a sus objetivos que nos toca vivir hoy día. Por supuesto que tampoco se entendería una participación del ciclista colombiano a “medio gas” en Italia. En un Giro de Italia Nairo estaría obligado a disputarlo a tope.
Pero es que además en Nairo confluyen una serie de circunstancias que casi le “obligan” a ser de la partida en el Tour en condiciones, además, de ser uno de los grandes favoritos a la victoria final.
Sus segundos puestos en las generales finales de los años 2.013 y 2.015, y el tercer puesto del año pasado, le obligan a intentar ganarlo. Si no, corre el riesgo de dar una imagen a la afición de que el Tour se le atraganta. De que no puede con él. Para más INRI, Nairo debe plantearse ganar el Tour contra un Chris Froome que todavía se halla en plenas facultades físicas. De no hacerlo así, y a pesar de que incluso luego se adjudicase una edición del Tour, durante el resto de su vida deberá convivir con ese “sambenito” de que nunca lo logró frente a Froome. Como por ejemplo le sucedió a Luis Ocaña en aquel Tour de 1.973.
Para finalizar, hubo algunas declaraciones del entorno de Movistar durante el pasado Tour que, con la perspectiva del tiempo, no le han hecho ningún favor a Nairo Quintana. Cuando se vio que la cosa no carburaba para Movistar durante ese Tour de 2.016, surgieron algunas voces en el seno de Movistar que venían a decir que Nairo estaba más o menos enfermo, que por eso no era capaz de atacar a Froome y que bastante mérito tenía la actuación de Quintana si, incluso en esas condiciones, había logrado hacer podio. Vistas, repito, con la perspectiva del tiempo, esas declaraciones fueron un “pan para entonces pero hambre para hoy”. Porque esas declaraciones de entonces están obligando implícitamente a Quintana a atacar a Froome sí o sí en el próximo Tour. Porque si partimos de la base de que este próximo mes de julio Quintana no estará enfermo, no cabría otra opción.
En definitiva, Nairo Quintana está, en términos deportivos claro está, obligado a ser de la partida durante el próximo Tour. Y eso implica, en mi modesto entender, que no debe tomar la salida en el Giro de Italia. Luego, de la Vuelta a España, ya se hablará…
@ranbarren
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