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Daniel Oss, el guía

El italiano es una de las más firmes promesas de su país a nivel de clásicas. Su destreza en la media montaña y recorridos de dureza intermedia le hacen un candidato a sorprender en cualquier momento, a romper como el enorme ciclista que es.

El problema que se le avecina es haber tenido tanta fama de futuro. BMC, uno de los peces gordos, no le dejó escapar de la inagotable cantera de Liquigas. Lógico. Sin embargo, la presencia de otros grandes como Gilbert, para el que ha tenido que trabajar más de una vez, u otros líderes, le han restado posibilidad de evolución, de prueba. Sólo en algunas vueltas de segundo orden ha podido mostrarse libre.

El ciclismo atraviesa el momento que atraviesa y es una gran suerte estar dentro de ese plantillón, además para ambas partes. Pero un año en otra escuadra menor nos serviría a todos e incluso a él mismo para averiguar el peso que va a tener en el ciclismo italiano y mundial.

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