No nos referimos únicamente al Tour, carrera donde Miguel Indurain ha sido uno de los mejores de la historia, sino el mejor. Sin embargo, abarcando un concepto de ciclismo más amplio y dejando de lado que se trata de épocas muy distintas entre sí, ¿cuál de estos míticos ciclistas ha sido el mejor?
Pedro Delgado ha podido ser el más carismático. A pie de cuneta aún se escuchan los gritos en favor del segoviano, presente cada año -no sin dificultades- en la retransmisión de TVE. Allá por donde va recibe saludos, aplausos o muestras de cariño.
Indurain, en cambio, fue de carácter más frío, más próximo a su Navarra natal. El pentacampeón tuvo una gran repercusión debido a lo grandioso de sus triunfos, aunque al llegar después de Perico, el proceso de adaptación a la victoria ya estaba hecho en la mente del aficionado. Su épica etapa de élite ha sido una de las mejores de la historia.
Alberto Contador no ha ganado tanto como el de Villava, pero sí que logró, sobre todo en sus inicios, ese golpe mediático que recordaba a Delgado. En cuanto a su ciclismo ha tenido siempre sus detractores, pero sobre todo fans. Ha podido ganar bastante más, aunque lo que ha hecho, lo ha logrado a través de una gran autoridad.
Bahamontes supuso la primera conquista de París. El toledano fue recibido con honores de héroe, como si de la guerra se tratase. Su victoria en 1959 fue un hito histórico para toda la sociedad, convirtiéndose entonces en un escalador con fama de ser el mejor del mundo. Ha sido nombrado como tal en respecto al Tour.
Luis Ocaña, de Priego, fue el hombre que plantó cara a Merckx. Su desparpajo ante las grandes ocasiones le derivó en un éxito por encima del ‘Caníbal’. No hablamos de su victoria de 1973, lo mejor de su palmarés. Hablamos de 1971, aquella edición en la que era el más fuerte y tenía contra las cuerdas a todo un Eddie que echaría de menos. Sólo una caída repentina fue capaz de impedirle una victoria histórica.
