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Egoi Martínez tira la toalla

El navarro tira la toalla y tras no encontrar equipo, cuelga la bicicleta. Una lástima porque el magnífico gregario de Euskaltel aún tenía mucho entusiasmo por dar al equipo que le hubiese fichado. En contra, su edad. A favor, su experiencia. Le hubiese gustado otro adiós, pero las circunstancias le obligan a hacerlo así. 

Un ciclista que ha pasado más desapercibido de lo que apuntaba tras ganar el Tour del Porvenir. Sus mayores entregas las ha ofrecido tanto en la Vuelta como en el Tour de Francia, donde ha podido destacar con luz propia más allá del oscuro e imprescindible trabajo por sus compañeros de equipo.

Se destapó en Francia, gracias a una prueba que ha generado muchos grandes campeones. El Porvenir de Egoi parecía ilimitado, parecía una gran promesa. Sin embargo, el tiempo le fue relegando a un mero hombre de equipo, muy bueno, pero sin mucho brillo. Cuando lo ha obtenido ha sido en escapadas y luchando los triunfos de etapa. Magnífico fue el que logró en la Vuelta, tras soportar una tormenta de granizo, ganando en Burgos.

Dos años más tarde luciría el maillot de líder durante varios días gracias de nuevo a una fuga, esta vez camino de Sabiñánigo. Lo cedió en el Angliru, pero realizó una gran clasificación general, siendo 9º en Madrid, su techo.

En cambio, no ha tenido mucha suerte en el Tour. En 2004 debutaría y se jugaría un triunfo de etapa, algo muy meritorio para un debutante. Un grupo cabecero formado por el peleón Flecha, por Moncoutié y por él, todos los visos de llegar. Se notaba la tensión de que llegaba el momento de los ataques, el francés el más lento de todos en la llegada y dos españoles para hacer pactos.

Sin embargo, la primera arrancada fue del de Cofidis y el navarro y el catalán se miraron tanto que bastó para otorgarle al galo un gran triunfo. Una oportunidad perdida que dolió, sobre todo, por la forma. Contaría con una nueva ocasión, esta vez en montaña. De nuevo una fuga, de la que era el mejor escalador, o al menos eso creía él. En Pratonevoso se alzó con el triunfo Gerrans, al que no podría el Euskaltel descolgar.

Ahora deja la bicicleta un luchador, uno de los más constantes y fiables corredores del pelotón vasco-navarro de los últimos tiempos. Seguro que sigue relacionado con el ciclismo porque si algo ha demostrado Egoi es que siente este deporte bien dentro de su alma.

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