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EL REGRESO DE LO PREVISIBLE. TERCERA SEMANA DE LA VUELTA 2016

La etapa de Formigal fue la excepción a la regla de cómo se han desarrollado las dos últimas grandes vueltas de esta temporada 2.016. Alberto Contador, y su equipo Tinkoff, junto con las propuestas de Neil Stephens en Orica, han sido casi los únicos capaces de saltarse, de romper un guión predeterminado. Un guión que intentan predeterminar las organizaciones mediante el diseño de los trazados. Cierto es. Pero siempre cabe la insurrección de los ciclistas a ese guión. La conclusión a la que se llega es, desgraciadamente, que la mayoría de ciclistas, más allá de murito más murito menos, se encuentra cómoda en ese guión, porque apenas hacen nada para romperlo, al menos en lo referido a las luchas por la clasificación general.

La sensación que reinó durante las horas posteriores a lo sucedido en la etapa de Formigal, de que todo podía suceder, fue un mero espejismo. Ni los trazados ayudaron, salvo la etapa de Aitana, a que algo mágico otra vez pudiera suceder, y la monotonía se apoderó nuevamente de la Vuelta. Por mucho que haya habido intereses en vendernos de que ha sido una gran Vuelta.

Froome recortó buena parte de la ventaja que le llevaba Nairo en la general en la contrarreloj de Calp. Aun así, se antojaba muy difícil que el británico pudiera recortar el resto durante la etapa de Aitana. Para intentarlo, Sky y Froome debían romper no sólo el guión de la Vuelta a España; debían saltarse también el suyo propio. Finalmente, como era de esperar, no se saltaron ninguno de los dos. La versatilidad táctica de la escuadra británica y del propio Froome quedó reducida a cero. Intentar atacar el rojo implicaba para Froome olvidarse de maquinitas. Olvidarse de ser robot y jugar a ser ciclista. Froome no aceptó ese reto. Se ciñó a su archiconocido repertorio, al que Nairo Quintana no tuvo ningún problema en responder.

Nairo Quintana ha sido el merecido ganador de esta edición de la Vuelta a España. Su duelo con Froome en las etapas de montaña, salvo la de los lagos de Enol, ha sido muy igualado. La escasa ración de kilómetros cronometrados denotó una enorme superioridad del ciclista británico. Sin embargo, lo que le ha dado la victoria al corredor colombiano ha sido la actuación de su, en otras ocasiones, denostado equipo. O si se quiere, la incomprensible actuación de Sky durante la etapa de Formigal. La gravedad de esta actuación, sobrepuestos al impacto inicial, fue cobrando consideración conforme pasaban las horas y los días. Conforme más se era consciente de lo sucedido, más inexplicable resultaba lo ocurrido en esa etapa en Sky.

Movistar ahora debe disfrutar de la victoria, merecida. Pero el análisis racional de lo sucedido durante la Vuelta no da lugar a muchas más alegrías en el seno de la escuadra de Unzué. Que la actitud de Quintana ha sido algo diferente a la del Tour es algo real. Pero pocos más aspectos positivos se pueden extraer en el equipo telefónico de cara a futuros enfrentamientos directos con Froome. Más bien, el británico, más allá de la derrota puntual y siempre dolorosa en esta Vuelta, puede llegar a la conclusión de que, si no cambian la relación de fuerzas entre él y Nairo, y entre su equipo Sky y Movistar, en muy pocas ocasiones se le va a volver a escapar la victoria, al menos frente a este rival. Que lo sucedido durante esta Vuelta 2.016 no deja de ser una excepción en los enfrentamientos entre ambos. Una excepción que se produjo porque, ¡oh gracias!, un ciclista de Pinto, junto con su equipo, osó saltarse el guión.

Opinión generalizada es ésta de que Nairo ha ganado la Vuelta aprovechándose del desastre de Sky en Formigal y el espíritu atacante de Contador. Nairo, además, debe seguir mejorando y mucho en las cronometradas, aunque el tiempo que debe emplear en esa mejora va a depender, en grandísima parte, de las intenciones que tengan los organizadores en el diseño de sus carreras. Porque al paso que vamos…

Además de Nairo, otro colombiano se ha subido al podio de Madrid: Chaves, que también se subió al podio final del pasado Giro. Chavito ha dado un gran salto de calidad durante esta temporada 2.016, ganando en fondo físico. Como su compatriota, debe mejorar y mucho en la lucha cronometrada. Si sigue en esta progresión, y junto a directores más decididos a arriesgar que los de Movistar, puede llegar a codearse en el futuro con su compatriota Quintana.

¿Qué decir de Alberto Contador que ya no se sepa? Pues que es un mito en vida del ciclismo. Sus mejores años físicamente ya pasaron y parece que en duelos de tú a tú con Quintana y con Froome lleva las de perder. Además, su equipo Tinkoff, pese a la excepción de Formigal, es netamente inferior al de Sky y Movistar. Fue desesperante, en la etapa de Aitana, ver lo que tardó Trofimov en descolgarse y dejarse alcanzar por el grupo de favoritos, mientras Chaves hacía el camino que le permitió subirse al podio de Madrid. Desesperante, alucinante e inexplicable, sobre todo si se comparaba con los engranajes de Orica, que se movían a la perfección…

Finalizó una nueva edición de la Vuelta a España. Una nueva muestra de la travesía por el desierto que le espera al ciclismo español durante los próximos años. Salvo ráfagas de De la Cruz y Rubén Fernández, ninguna realidad actual con visos de proyectarse en el futuro con garantías de triunfo. Y solamente veinte ciclistas que llegaron a Madrid.

@ranbarren

FOTOS: UNIPUBLIC/J.A. MIGUELEZ

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