Mientras que en la pasada temporada, Alejandro Valverde se impuso con solvencia tanto en la Lieja- Bastogne- Lieja como en la Flecha Valona, este año no ha podido ser así. Haremos un somero análisis de las causas que, a simple vista, han podido incidir en este desenlace. Sobre todo, teniendo en cuenta de que estamos hablando del principal favorito para la victoria en ambas carreras antes de su celebración.
Tras el muy buen nivel mostrado por el murciano en la clásica de pavé Dwars Door Vlaanderen, parte de la afición especuló con la posibilidad de que Alejandro disputase también el Tour de Flandes. Sea por el vínculo “afectivo” que a Movistar le una con el G.P. Miguel Induráin, sea para no alterar la preparación de Valverde para el tríptico ardenero, el hecho es que no disputó De Ronde ni tampoco la Itzulia, donde sí que ganó el pasado año 2.017.
Las razones que aquí vamos a exponer son visibles para cualquier aficionado al ciclismo. Otra cosa es que, de tan obvias que son, a veces ni se repare en ellas.
La primera es que Valverde tiene un año más que el año pasado. Ha disputado estas carreras con casi 38 años. Y aunque parece que Alejandro desafía las leyes de la naturaleza, la lógica, lo común, es que su rendimiento vaya a menos. Además, por la caída sufrida durante el prólogo del pasado Tour de Francia, ha permanecido varios meses sin poder competir y algunas semanas sin entrenar. Cierto es que ha vencido en Valencia y en la Volta, pero quizás ya sea su edad la que le impida alargar su punto de forma tanto como lo pudo alargar la pasada campaña.
El sprint del muro de Huy lo perdió frente a Julian Alaphilippe. Quizás Valverde no estuviera lo mejor colocado posible. Pero finalmente, de lo que se trataba era de dirimir quién era más fuerte en ese sprint en cuesta. Fue un uno contra uno entre Valverde y el Valverde “francés”. Y en ese uno contra uno el francés del Quick Step tuvo más fuerza. Así de sencillo y así de cruel para el corredor murciano. El francés va a más. El español, parece que a menos. Pura ley de la naturaleza.
No es que Valverde haya hecho mala campaña ardenera. La ha hecho muy buena. Pero le ha faltado ese punch para rematar. Ese punch con el venció el año pasado.
Durante la Amstel Gold Race, fue la igualdad de fuerzas con el mismísimo Peter Sagan, y el estrecho marcaje al que ambos se sometieron, las que impidieron la victoria de cualquiera de los dos. La superioridad numérica de Astaná determinó el triunfo de Valgreen. Y ese es otro de los factores que también explica las derrotas de Valverde. El de carecer de un equipo a la altura de sus rivales. Astaná en Amstel, pero sobre todo Quick Step en la Lieja- Bastogne- Lieja No estamos diciendo que llevase mal equipo. Pero sí que no estuvo a la altura que las circunstancias requerían para obtener el triunfo.
Donde más en evidencia quedó Movistar fue en La Doyenne. Valverde se quedó sin compañeros tras la ascensión a La Redoute. Y cuando casi todos esperábamos otro tête a tête entre el murciano y Alaphilippe en Ans, Quick Step sorprendió. Fue en la Côte de la Roche aux Fachons donde el equipo belga mostró su superioridad y su versatilidad para obtener la victoria. Mandó primero a Gilbert. Y posteriormente a Bob Jungels. Movistar no tenía con quien responder a esos movimientos. Ni tampoco con quien emprender la caza del luxemburgués.
Otra causa fácilmente perceptible de las sucesivas derrotas de Valverde es el hecho de que las carreras no desarrollaron conforme a los intereses del murciano. Entre otras cosas, porque sus rivales no repitieron el error de la temporada pasada, en que Valverde se presentaba en los últimos kilómetros de la carrera sin apenas batalla en las piernas. El corte en que se metió Nibali en la Flecha Valona, abortado sólo en el último kilómetro en lo referido al ciclista de Quick Step Maximilian Schachmann, endureció, y mucho, la carrera. Es ahí donde pudimos observar lo más salvable de la actuación de los gregarios de Valverde: el trabajo del alavés Mikel Landa.
En lo referido a la Lieja, tardaron en llegar los ataques. Inusitadamente, no se produjo ningún movimiento de los favoritos en La Redoute, donde –otra vez Quick Step- marcó el ritmo Enric Mas. Pero el ya comentado ataque del colectivo del equipo belga en la Côte de la Roche aux Fachons, impidió que la carrera llegase bloqueada a la meta de Ans: la estrategia a la que podía aspirar Valverde viendo la inferioridad de su equipo.
Habrá que continuar esperando. No se debe enterrar ni mucho menos a Alejandro Valverde. Pero el murciano ha sido derrotado en dos carreras para las que estaba considerado máximo favorito.
RAÚL ANSÓ ARROBARREN @ranbarren