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El vacío de Valverde

El murciano pierde en la crono final de la Itzulia no sólo las opciones de ganar la carrera, sino el puesto que parecía seguro para él en el podio final. Un resultado que se intuía desde la primera referencia, que no le fue favorable. El líder de Movistar, tras haberse mostrado como uno de los dos más fuertes de la carrera, tuvo que claudicar ante su mal rendimiento en este tipo de contrarrelojes de fuerza. 

Un grandioso corredor como él tiene mejores actuaciones cuando los cambios de ritmo son constantes. En el momento de rodar a una velocidad de crucero tiene dificultades ante sus rivales. Sin menospreciar, eso sí, el buen estado de forma del que goza, que le ha permitido pese a no mostrar uno de sus mejores días, ocupar la octava plaza en la contrarreloj.

Mal sabor de boca que se le observaba desde la línea de meta hasta el autobús del equipo, en el que entró sin atender a los muchos aficionados que aplaudían al quinto clasificado final, algo muy raro en él. Vestido de blanco, ni siquiera se retiró el casco en la entrada, como le reclamaban los auxiliares del equipo. Un gesto que define un día que no fue el suyo.

Un paso atrás en su moral, crecida tras la gran imagen ofrecida en la etapa previa y durante toda la Itzulia. Es más, durante toda la temporada ha dejado entrever mucho y muy bueno. En las Árdenas parte como uno de los favoritos, algo que en otras ocasiones le ha beneficiado.

L.S.

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