Balance 2021: No fue un buen año para los chicos de John Lelangue. De acuerdo que Lotto nunca sido un equipo hegemónico y que ha vivido de momentos de inspiración más o menos frecuentes. Pero es que en 2021 estos momentos fueron bastante menos frecuentes de lo habituales. El hecho de que en una temporada mucho más larga (aunque no completa del todo) que la de 2020, calcasen las mismas cifras (once victorias parciales y sólo una final), es buena muestra de lo que le costó ganar al decano del ciclismo belga, más si tenemos en cuenta que la mitad de esas victorias las capitalizó un único corredor, Caleb Ewan.
Y aquí, al hablar de nombres, destacan dos corredores en especial: Philippe Gilbert y John Degenkolb. El primero de ellos concluyó su segunda temporada consecutiva sin victorias, algo insólito en su carrera pues entre 2004 y 2019 consiguió al menos un triunfo en cada una de ellas. Y lo peor no fueron los fríos datos sino la sensación de incapacidad que mostró el excampeón del mundo de estar en la lucha por cualquier victoria, algo que con 40 años y en su último año de profesional cuesta pensar que pueda revertir, al menos de forma notable. En cuanto al alemán, pasa algo muy parecido, pues desde 2011 no había completado una temporada sin triunfos, con el agravante de que Degenkolb apenas tiene 32 años.
Así las cosas, al margen del notable año de Ewan (a sus seis victorias habría que sumarle el segundo puesto de San Remo), nos encontramos con un buen número de corredores de primer nivel rindiendo por debajo de las expectativas (tampoco Wellens tuvo un año deslumbrante) y con una clase media incapaz de estar al quite, algo que sí sucedió en otros equipos del WT. Al menos en el otro lado de la balanza tenemos la aparición de Andreas Kron y Florian Vermeersch como corredores de futuro. Habrá que ver si se consolidan… y de ser así, cuánto duran en Lotto.
Expectativas 2022: Sin grandes cambios en la configuración, el Lotto-Soudal 2022 se presenta con unas credenciales muy similares a las de 2021… pero con más dudas. Los grandes referentes del equipo siguen siendo los mismos: Gilbert, De Gendt, Ewan y Wellens, a los que hay que sumarles la llegada de Campenaerts. De los dos primeros cabe esperar ya poco y, en cualquier caso, no más de lo que dieron en 2021, así que buena parte de lo que pueda ser Lotto-Soudal en 2022 va a depender de Ewan y de Wellens. El primero volverá al Giro, donde el año pasado consiguió dos victorias en ocho días que duró en carrera, y doblará con el Tour de Francia, en donde acumula cinco victorias entre 2019 y 2020. Antes se le espera como uno de los grandes favoritos en San Remo, carrera en la que ya ha sido segundo dos veces.
En cuanto a Wellens se hace más difícil anticipar en dónde podremos ver su mejor versión pues el belga responde bastante bien a ese perfil de corredor que puede ser “un 8 en todo, un 10 en nada”. A priori, las clásicas de las Ardenas, a las que habría que sumar Strade o Lombardía, son los escenarios más importantes en los que podría hacer saltar la banca, sin olvidarnos del Tour de Francia. De su actuación en todas estas carreras dependerá en buena parte su nota a final de curso y puede que la de su equipo. Al menos que nos encontremos con algún outsider que equilibre la balanza, algo nada descartable, por otra parte.
El líder:
Caleb Ewan: El único corredor del Lotto-Soudal que es absoluta élite mundial en la actualidad. Puede haber esprínteres a su nivel pero se hace muy difícil pensar en uno mejor. Si está inspirado y le acompaña la suerte es prácticamente imbatible y en 2022 podría consagrarse consiguiendo su primer monumento en San Remo. Después le esperarán Giro y Tour para terminar de proclamarse como el “Hombre más rápido del planeta ciclismo”
El adiós:
Philippe Gilbert: 2022 va a ser el año de despedida de algunas de las leyendas más grandes del ciclismo y el belga es, sin duda, una de ellas. Con un palmarés en las clásicas a la altura de los más grandes de la historia, sus dos últimos años no deben ensombrecer ni un ápice el resto de su carrera. Sólo cabe pedir que se pueda despedir como merece, por la puerta grande. Y puestos a soñar, no habría puerta más grande para ese adiós que la de una victoria en San Remo. Prácticamente imposible pero ¿por qué no?
La promesa:
Florian Vermeersch: Con apenas 22 años se consagró en una de las ediciones más duras de este siglo de la París-Roubaix, aguantando la devastadora lucha entre dos titanes del nivel de Colbrelli y Van der Poel para acabar en el segundo lugar del cajón. Dos semanas antes había sido medalla de bronce en el mundial contrarreloj, al que llegaba después de completar una notable Vuelta a España, su primera grande. Una hoja de servicios impecable en su primer año de profesional completo que le convierte en el principal atractivo de su equipo para 2022.
