Uno de los pocos románticos de las clásicas anuncia su retirada definitiva tras el Tour de Pekín. Una retirada esperada y anunciada como el final de una era que deja huérfano de nuevo al ciclismo español en las clásicas del norte. Un ‘rara avis’ que tardará tiempo en repetirse.
Flecha, casualidades, había creado su perfil de Twitter hacía escasas semanas. Él, reacio a las redes sociales, ya dejaba entrever una nueva etapa en su vida, al igual que abre una nueva etapa con su ausencia de las carreteras a partir de 2014. Una era en la que se echará de menos la batalla hasta el límite de las fuerzas que nos proponía carrera tras carrera. Tiempo habrá para repasar su trayectoria, su importancia y, lo que es más importante, el vacío que deja a su marcha.
La edad, el cansancio y la falta de equipo son los motivos fundamentales de su decisión. Los equipos World Tour prefieren a jóvenes o a corredores que consigan muchos puntos a lo largo del calendario de la máxima categoría. Flecha es y ha sido un hombre muy presente, pero de poco resultado.
Se retira desde Pekín, el último viaje de un corredor muy viajado. Como echamos de menos a Óscar Freire tras sólo un año de ausencia, echaremos en falta a un auténtico león de las piedras.
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