El vasco estrena maillot y lo hace en un momento difícil para el ciclismo en Euskadi, saltando a tiempo de un barco hundido como Euskaltel para incorporarse a otro tan firme como Movistar. En él tiene la oportunidad de definir completamente la tipología de corredor que quiere ser, que aunadas su juventud e inexperiencia, no está demasiado clara.
Lo que hemos podido ver de él promete. Tanto en las cronos como en ciertos tipos de montaña no ha obtenido malos resultados. Por tanto, se le podría ver como un hombre de vueltas por etapas, lo cual acotaría bastante su campo de acción. Después habría que ver qué duración de las mismas puede afrontar, si bien se adapta a las de una semana o a las de tres, ya palabras mayores y donde tiene mucho que demostrarnos.
Hemos visto detalles de él de buen corredor en escapadas. Sin ir más lejos, en el último Tour de Francia logró la tercera plaza en la segunda etapa llegando destacado junto a un pequeño grupo a meta. Aquel día triunfó Bakelants, pero bien lo podría haber hecho el vasco, que tuvo una buena actuación aquel día.
Se le adivina un futuro magnífico, aunque tanto a él como a su hermano Ion les puede pesar la falta de grandes líderes que resten presión a los jóvenes dentro de un ciclismo español que cada vez tornará su actitud más ansiosa. Pero ya tienen la experiencia de haber soportado las espaldas de un equipo a punto de desaparecer y con constantes especulaciones alrededor, lo cual les hará mucho más fuertes.
Ph: Euskaltel Euskadi
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