Juan Carlos Castaño, presidente de la Real Federación Española de Ciclismo, nos atiende amable y atento, serio, pero abierto en su despacho en la sede de la Federación en Madrid, donde repasamos la actualidad ciclista en todas sus vertientes a través de una charla amena, llena de anécdotas y reflexiones. Incluso la revelación de la creación próxima de una nueva competición.
Juan Carlos Castaño es el actual presidente de la RFEC, donde se gestionan muchos asuntos relacionados con el ciclismo en general y con la base en particular. “Vengo de la base. Soy un presidente raro, ya que nunca he sido político, sino que procedo totalmente de la base: pista, organizador… incluso cicloturista”, nos reconoce al poco de iniciarse la entrevista.
Empezamos por declarar nuestra intención de no mencionar la palabra dopaje salvo que sea necesario.
JCC- No hay que eludir el problema. Si hay un problema, ocultándolo no se soluciona. Lo ideal es ponerlo sobre la mesa y contrastar ideas, opiniones, escuchar a todos.
Lo que pasa es que existen muchos más problemas y tan sólo se habla del mismo.
JCC- Obviamente, aunque el dopaje es el que más repercusión tiene. Me da auténtica rabia que en los medios de comunicación se hable de doping en el ciclismo como el problema. En 2011 no llevamos ningún resultado adverso, haciendo un 30% de los controles que se hacen en el total de España al ciclismo. El porcentaje de positivos / licencias es disparatado. En otros años se ha hablado tanto y ni siquiera hemos llegado al 1% de positivos. Estamos muy por debajo de la media del deporte mundial en general. Hay gente que lo trata como un problema y lo es, pero se trata de un problema relativo, entre los muchos graves que tiene el ciclismo.
Otro problema que es gravísimo es el de los atropellos y ése sí es un problema serio.
JCC- Sí, es un problema muy, muy serio. El tema de los accidentes en vía pública es un problema muy serio porque en España existe una gran carencia de cultura de convivencia entre la bicicleta y el vehículo a motor. No es de ahora. Llevo montando en bicicleta 40 años y recuerdo que en Madrid circulábamos por la M-30. Hoy en día, aparte de que está prohibido, eso es inviable por el riesgo que conlleva. Hay una masificación de vehículos, no existe esa cultura vial que sí existe en centro y norte de Europa, tampoco las estructuras están habilitadas para el uso de la bicicleta. ¿Por qué? Pues no lo sé. Quizás falte también esa cultura en los políticos.
Esto tiene un problema añadido y es que hay menos niños que practican ciclismo porque los padres tienen miedo.
JCC- Llevo diciendo mucho tiempo que el deporte, no sólo el ciclismo, va cambiando con la sociedad. La sociedad demanda otro tipo de cosas y el ciclismo ha cambiado mucho. Las licencias no han bajado, de hecho, cada vez hay más en contra de lo que la gente piensa. Lo que pasa es que hay modalidades que crecen exponencialmente y hay otras que quedan estancadas o van hacia atrás. Obviamente, las escuelas de ciclismo de carretera tienen un problema. En primer lugar por la falta de espacios para entrenar. Eso supone mucho esfuerzo por parte de los alcaldes, que en general no se lleva a cabo salvo casos muy concretos. También es necesario sacar rentabilidad a esas instalaciones, que no sólo es dinero, sino beneficio para la sociedad, para el deporte. No es necesario que sólo hayan velódromos, por ejemplo. Y si los hay, no basta, sino que hay que darles contenido.
De hecho, se hizo uno en Carpetana y ahí se quedó.
JCC- No se llegó ni a inaugurar si quiera. Se homologó, coincidiendo con la Vuelta del 92 y aprovechando su jurado internacional para ello, pero nadie firmó nunca el proyecto final de obra y al final terminó desmontándose. Hubo un intento de que lo llevase la Federación Madrileña, pero al final no se llevó a buen término, dedicándose aquellas instalaciones para refugiar indigentes, los cuales terminaron quemando y destrozando aquel velódromo. Aquella madera se guardó, según tengo entendido para montar aquella instalación si a Madrid le daban los Juegos Olímpicos. Se hizo un velódromo en Galapagar, aunque yo creo que con la intención de que fuera al final una plaza de toros, ya que tiene una grada mínima para realizar en él un evento. En definitiva, ha sido una gestión de elementos e instalaciones totalmente catastrófica. Ninguna ha funcionado a excepción del de San Sebastián de los Reyes, del que han salido todos los medallistas olímpicos en pista. En Cataluña sí se está trabajando en circuitos para entrenamiento, pero en el resto de España existen graves deficiencias para practicar el ciclismo de carretera.
En Madrid si no es la Casa de Campo y poquito más.
JCC- Yo utilizo el carril de Colmenar. Antes era relativamente fácil, cada vez hay más vías rápidas, supongo que igual que en las poblaciones con gran acumulación de gente. Y eso va en detrimento del uso de la bicicleta. En la periferia de Madrid: Leganés, Getafe, Alcalá… eran cuna del ciclismo en carretera, pero ahora con la construcción de las vías rápidas… complicado. No digamos ya carreras, añadiendo el problema de fechas dadas por tráfico. Montar en bici es una aventura hoy en día. La modalidad que crece a pasos agigantados es el cicloturismo.
¿Desde cuándo ligado al ciclismo?
JCC- Desde finales de los años 70, primero como cicloturista en el Real Velo Club Portillo y desde entonces han ido surgiendo circunstancias sin buscarlas, trabajando con niños en escuelas, hacer cursos de director deportivo, pista. Digamos que voy creciendo como técnico, que es la faceta que más me gusta aparte de practicarlo. Ello me llevó a la Federación Madrileña y a colaborar directamente con ella, haciéndome cargo de ella al poco tiempo y al final todo desemboca en esta presidencia de la RFEC. Si alguna laguna tengo en el ciclismo es no conocer tan a fondo el ciclismo profesional, no por no tener vinculación,sino por no haberme dedicado a él.
¿Se han cumplido los objetivos del inicio del cargo? ¿En qué grado?
JCC –Desde fuera tienes un gran desconocimiento de las estructuras, de la organización. Uno de los propósitos era mejorar las cosas con respecto a cuando llegas. Tenía la intención de mejorar una cosa de evidente mejora que era la situación económica. Se ha cumplido una parte, ya que la situación era de una deuda enorme (más del 80% del presupuesto). A partir de ahí se practica una economía ‘de guerra’ y en este tiempo se ha conseguido reconducir el nivel de pérdidas y se ha invertido la tendencia.2009, que fue el primer año que estaba al frente, y en 2010 se cierra sin deudas. Con el CSD se acuerda un Plan de Viabilidad que indica que para 2019 se deje la Federación sin deuda, siendo cumplido en 2010. En otro sentido, humanizar la relación con los federados, con la gente próxima al ciclismo. ¿Se ha cumplido? Hay muchas cosas que tienes pendientes. Se ha mejorado mucho la relación institucional. No lo hago con el objeto de captar más licencias. De hecho, de ellas sóloobtenemos 3 € por licencia de las territoriales por las gestiones a realizar. Desde la Federación podemos aportar en el plano competitivo y a nivel de usuario, al tipo que se compra una bicicleta e incrementa poco a poco su uso.
Hablando un poco del ciclismo de carretera, ¿qué opina de la falta de combatividad en el ciclismo profesional? ¿Lo considera un problema grave? ¿Con solución?
JCC – El ciclismo profesional se ha profesionalizado mucho. Cada vez se da menos pie a la espontaneidad, a la intuición que se utilizaba hace 30 años. Las estructuras ya marcan unos objetivos a corto y medio plazo y se trabaja en forma de fases y controladas. Al deportista se le ha anulado la personalidad y la capacidad de tomar decisiones de forma autónoma o intuitiva. Cada uno juega sus cartas en carrera según sus intereses. “El miedo guarda la viña”. A veces no se ataca por miedo a perder puestos, clasificaciones… Vivimos en un país en el que todos entendemos de todo y en realidad el único que tiene las cosas claras es el corredor, que es el que sabe lo que puede y no puede hacer. Las distancias, las velocidades… El propio deportista, si tiene que hacer 200 km, se guarda para el final, le limita a no ser combativo. Creo que falta un poco de iniciativa personal al corredor, pero eso se ve también en cualquier empresa, todo está estudiado, cada paso. Cada uno sigue un guión preestablecido. ¿Resta espectáculo? Pues seguramente.
El deporte del ciclismo es el de aquel señor que se compra una bicicleta, que se da una vuelta, que sale de casa, que entra… pero el deporte de carretera profesional es un negocio, no un deporte. Es un espectáculo que pretende vender los productos de los patrocinadores y el ciclismo es un reclamo para que los telespectadores lo vean. Si éstos desaparecen, seguramente sea una cadena.
JCC- Este sería un debate de qué fue antes si el huevo o la gallina. ¿Desparecen los espectadores porque se aburren? Personalmente me gustaba más el ciclismo de los años 80. Soy el presidente, voy a las carreras, me sigue gustando el ciclismo, pero el Tour de Ángel Arroyo, donde queda 2º, fue una auténtica revolución. Después de él vino Perico y sus arrancadas y pájaras, que nos tenía enganchados, Indurain… Yo creo que todo ha contribuido a ello. Los objetivos de los equipos, la cantidad de prueba, la prensa negativa, magnificando el problema del dopaje. Ojo, no hay que evitar el problema. Eso ha hecho que televisión no se involucre, que muchas marcas se vayan… Ninguna vuelta pequeña tiene televisión en directo. Se habla de que no es rentable, pero hace poco hemos firmado un convenio con el Cofidis para apoyar el ciclismo de discapacitados y llevan 15 años teniendo la publicidad más barata que jamás hayan encontrado. En la Vuelta vienen con su corredor bandera que te gana la montaña, tiene muchos minutos de televisión. Si ésta desparece, dejará de ser tan rentable.
¿Una reducción en el número de corredores en determinadas pruebas sería una posible solución?
JCC- No sé, el problema es que al organizador le es difícil por muchos motivos, pero sí que sería una idea de mi agrado, ya que habría menos control, cabrían más equipos…
Las vueltas pequeñas cuando se retransmiten son vistas por el espectador como un páramo, una carretera muy ancha, un montón de corredores juntos. Cuatro etapas así y una de montaña. La gente se aburre. Antes habría unos acuerdos, pero una vez que esto se acaba, esto ya no es rentable para televisión porque no tienen audiencia.
JCC – Unipublic cambia a Antena 3 y deja de ser una empresa familiar. Como agradecimiento al ciclismo apoyan todas aquellas pequeñas carreras. Dentro de la RFEC el ciclismo profesional tiene una sección llamada Consejo de Ciclismo Profesional, el cual tiene cuatro patas (equipos, corredores, organizadores y federación). Desde ese Consejo se les incita a evitar estas cosas. Hay muchas cosas que han cambiado a peor no sólo por el control de los equipos. Los ciclistas eran personas muy próximas, podías hablar con ellos. Ahora van con un autobús y bajan en el momento de firmar y después se marchan y se resta proximidad. Como aficionado y presidente les pido a los equipos que no se encierren en el autobús, que viven de la publicidad, que se abran a la gente. Es un acto de reflexión que al final tendrá que hacer el ciclismo profesional, ya que sino estamos matando la gallina de los huevos de oro. El ciclismo no se hace en un recinto cerrado donde se cobre entrada, por lo que depende en gran medida de marcas comerciales y de inversión pública y si añadimos la crisis a todos estos problemas, nos lleva a la situación que nos lleva. Al fin y al cabo, tan sólo el Tour, el Giro para los italianos, el Mundial si acaso, tienen tirón. Ni la Vuelta tiene atractivo para los españoles salvo momentos puntuales.
El ciclismo es un deporte muy peculiar porque no es un equipo de una ciudad organizado por una federación, sino organizado por entes privados (organización, competiciones, equipos, federaciones…). No existe representa tividad regional, etc. ¿Qué competencias tiene la RFEC?
JCC- El ciclismo profesional en el 99% depende de la UCI. La Federación nacional es un mero transmisor de documentación. Todas las pruebas del ciclismo profesional son pruebas internacionales, excepto el Campeonato de España. Son los organismos internacionales los que tendrían que meter mano en estos asuntos. Nos escuchan, por supuesto, pero no tomamos las decisiones, salvo aquellas que se tomen desde el Consejo de Ciclismo Profesional, donde tenemos intervención.
En el hilo de las carreras pequeñas, ¿sería viable utilizarlas como un sistema de clasificación para las grandes carreras para darles interés y que sirvan de acceso a otras pruebas de mayor repercusión?
JCC – Dentro de no mucho haremos público el resultado de muchas reuniones que hemos mantenido entre otros con el CSD. Una de las cosas que queremos crear es una especie de Copa de Francia con las carreras pequeñas para crear cierta rivalidad entre los corredores a través de un ránking. Para elegir los equipos para esas grandes citas está el ránking mundial de la UCI, que han ganado los tres últimos años Contador, Valverde y Purito. No sabemos cómo se va a llamar, pero desde luego que será una competición entre equipos y corredores.
¿Eso dará lugar a premios por quedar mejor?
JCC- Es algo que está en estudio. ¿Qué premio podríamos poner por quedar mejor? En ciclismo profesional sobre todo se quiere premios en metálico. No creemos en el sistema de que el campeón de la copa sub-23 vaya al Mundial. La idea es que a través de esta copa se tenga una producción en televisión y un valor para ver si se invierte el camino que se ha creado en estos últimos años. Al menos lo intentaremos.
En baloncesto, fútbol, balonmano… hay un sistema de clasificación para las competiciones más importantes. ¿No se podría establecer en el ciclismo?
JCC – Se intenta. Si un corredor destaca, va a tener las puertas abiertas en otras carreras. Cuando una Vuelta a España deja fuera a Caja Rural no es por casualidad. Yo he solicitado que el equipo esté en la Vuelta para que todos los equipos españoles estén en la salida, pero también entiendo su papel, que tendrán que pagar sus facturas. ¿El ganador de la copa de España tendrá derecho a participar en la Vuelta? Pues se puede estudiar, pero aún está en el embrión, estamos dándole vueltas. Se han hecho iniciativas como actividades previas a las pruebas profesionales en las localidades que las acogen. Ideas hay muchas. El problema es el económico y ver cómo damos la vuelta para que ese problema sea menos problema.
El Giro. ¿Qué le ha parecido esta edición pasada?
JCC- El Giro es una carrera que tiene para los italianos una gran repercusión tanto para corredores como para aficionados. Ojalá algún día tengamos una implicación así en la Vuelta. Yo creo que hay que saber diferenciar el contexto político y social que tenemos y en España el concepto nación lo tenemos bastante distorsionado. Parece que somos 17 Comunidades con sus propias identidades, sus propios intereses… En cuanto a la carrera en sí, ha sido muy espectacular. Particularmente creo que han sobrado kilómetros en algunas etapas y dureza, pero al final sí que es cierto que ha enganchado. Se ha seguido más que en los años anteriores, gracias en parte a la presencia de Alberto Contador, sobre todo aquí en España, sin desmerecer a los otros españoles que han estado ahí peleando, que también son de primerísimo nivel. El resultado es buenísimo, esperanzador. Ventoso ha dado un salto cualitativo y cuantitativo tremendo. Es un corredor con las cosas muy claras que con confianza podría tener una opción en el Mundial, donde se nos abre la opción de Freire. El Giro visto desde una perspectiva del ciclismo español ha sido magnífico. Seis victorias de etapa no se ha visto desde hace muchos años.
Desde el 74, aunque ahora ha estado mucho más repartido.
JCC- Vicioso, que creo tiene una calidad tremenda, aunque no es joven precisamente. Tiene un pasado que le ha hecho divagar por diferentes equipos. Tiene unas condiciones para resolver fugas en un grupo pequeño que pocos tienen.
La pena es el día en el que consiguió su victoria…
JCC- Sí, sin duda, pero ahí está. Luego, Euskaltel ha puesto una pica en Flandes, ganando Nieve además esa etapa maratoniana después de jugar al ratón y al gato con Garzelli… Lo que está claro es que Contador va tres puntos por encima del resto. Seguramente estaría sufriendo mucho, pero daba la sensación de poder ir un punto más.
A raíz de la muerte de Weylandt se creó un debate sobre la seguridad bastante interesado y donde algunos sacaron el pecho de la moralidad cayendo en el absurdo más absoluto en alguna ocasión. ¿Cómo ve este hecho?
JCC- Yo he sido organizador de la Vuelta a Madrid y lo que más te preocupa desde ese lugar es, no me cabe la menor duda, que no haya caídas o que las haya en la menor medida posible. Ante la duda, entiendo que es mejor no pasar por ciertos tramos a arriesgarse a alguna desgracia. Puede ser muy espectacular por la televisión, para el público, pero habiendo riesgo, mejor anular. El Giro apostó por una sensación de vértigo, de espectacularidad, lo cual es de alabar, pero no puedes exigir que los ciclistas se jueguen la vida en cada curva. Lo más importante de la carrera es la seguridad siempre. De hecho, hemos tenido denuncias y problemas. Incluso si se cumpliese 100% la reglamentación en ese sentido, sería imposible realizar pruebas de ciclismo. El ciclismo es en vía pública donde no puedes garantizar el 100% de los peligros. Recuerdo una caída de un cadete bajando la Morcuera donde los organizadores se vieron obligados a poner protecciones en cada curva prácticamente.
Pero la seguridad habrá que garantizarla en todos los sitios, ¿no?
JCC- Por supuesto. Por ello existen unas normas que se tienen que cumplir para el paso, para las llegadas, los metros de vayas antes y después de la llegada. Las rotondas son un peligro, los resaltos… los resaltos, de hecho, los pasan mejor los ciclistas que los coches en algunas ocasiones. La seguridad se ha ido regulando. Antes bastaba con que en las carreras fueran un ATS. Después se exigió un médico, después una ambulancia con unas determinadas características, etc. En el ciclismo existen unos riesgos obvios. Si te caes y no hay un obstáculo, lo normal es que en el peor de los casos se rompa una clavícula, quemaduras. Los italianos buscan el espectáculo, está bien, pero deberían ser los propios ciclistas los que se plantasen y dijesen que ésas no son condiciones para disputar una carrera.
Pero ¿por qué esto sucede el día antes y no en diciembre o durante los meses previos a la carrera?
JCC- Eso no lo puedo decir. Supongo que la organización estaba asustada por el accidente previo. Todos los recorridos tienen que ser aprobados, así que alguien ha tenido que hacerlo,quizás sin conocerlo según parece. Se debería también escuchar a los actores principales.
Lo que pasa es que estos actores principales protestan en unos casos sí y en otros no, dependiendo del interés que exista. Por ejemplo, en Holanda en el Giro del 2010 hubo muchísimas caídas debido a isletas, rotondas… Sin embargo, protestan por la etapa en la que tan sólo hay una caída y se produce en asfalto incluso. Ni un pinchazo. O en el pavé del Tour, donde suele haber caídas.
JCC- No sé. Obviamente detrás de todo eso hay alguien que mueve los hilos. Los corredores, por desgracia, no suelen tener mucha iniciativa por los intereses que sean. Ahí no puedo entrar. Son equipos privados y se gestionan según ellos consideran. A partir de la elaboración de la normativa para garantizar la seguridad, la Federación no tiene competencia en ese sentido. A veces hay un líder claro, otras no, en cada época las ha habido incluso para movilizar pese a la oposición de los equipos. Quizás ahora no sucede, cada uno defiende lo suyo, como en cualquier otro trabajo. Si esos que tienen esa fuerza por tener un trabajo muy seguro y demás se implicasen más y no se desmarcasen, quizás se podría hacer más trabajo en ese sentido. Un problema grave es que en España la percepción actual del ciclista es que es un drogadicto. En España hay otro problema, aunque sería hablar de otro tema, como que los ciclistas, al circular por vía pública, no tienen seguro de responsabilidad civil, algo que se hace en Francia, por ejemplo. De este modo ayudarían a la sanidad pública y tal vez sería una ayuda para que sean mejor vistos, tanto a nivel profesional como amateur. Sin motivo recaudatorio, pero cuantos más seamos, más fuertes seremos y más repercusión podremos tener.
¿Cómo se podría promocionar el ciclismo de base en España? ¿Televisión?
JCC- Se hizo en TVE un proyecto en el que ganó la CAM, por cierto. Carlos de Andrés nos abre la puerta, pero con el plan de restricción de gastos que tienen es complicado. Envidio mucho la cultura holandesa. En el Campeonato del Mundo de Pista nos desplazábamos todos en bicicleta para asistir. Hay algunas ciudades como París, donde existen calles para los ciclistas o, incluso, carriles bici en el sentido contrario al tráfico a motor. Sin embargo, si el ciclista abandona la vía pública también encuentra problemas: ecologistas, por ejemplo, en el caso de la BTT.
Realizada en junio de 2011