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La maldición de la Vuelta a España

Ganar una grande, una ronda de tres semanas, entra dentro de los sueños de muchísimos ciclistas del pelotón, por no decir de todos. Unos antepondrán un monumento, pero ganar un Tour, un Giro o una Vuelta a España son palabras mayores. El ganar una grande te cambia la vida, pues es quedar en los anales de la historia como ganador de una de las pruebas más importantes del calendario y eso siempre estará ahí.
Pero como parece que al ganador del Mundial le persigue al año siguiente un halo de mala suerte, también parece que en los últimos años al ganador de la Vuelta a España le persigue una maldición que hace que a la temporada siguiente de alcanzar la victoria en la ronda española no tenga un año tranquilo del todo. Veamos. Horner, Contador y Cobo, que han sido los últimos vencedores pueden dar fe de ello.

El americano Chris Horner es el vigente vencedor como todos sabemos, rompiendo todos los pronósticos pues nada le daba como ganador ante la terna de favoritos con Nibali, Valverde o Purito como cabecillas.

El corredor de Radioshack, demostró ser el más fuerte de la carrera y se alzó con la victoria. A pesar de su edad, esta victoria le podría haber asegurado la renovación con la estructura del equipo, que pasó de Radioshack a Trek, pero no sólo no le renovaron
(llegó a pedir un millón de euros), sino que le ha costado encontrar acomodo.

Negoció con el Caja Rural, a través de Vívelo Usa (su proveedora de bicicletas), pero es cuánto menos llamativo que no tenga equipo a punto de comenzar la temporada. El año anterior el vencedor fue el pinteño Alberto Contador, en un mano a mano emotivo con Purito Rodríguez. El del Saxo Bank se las prometía muy felices al volver a la senda ganadora tras su periodo de sanción. Ganó la Vuelta 2012 sí, pero eso no supuso el volver al periodo de gloria anterior, pues al año siguiente, consiguió una sola victoria de etapa (en el Tour de San Luis) y en su principal objetivo del año estuvo muy lejos del vencedor y de su mejor nivel, al igual que en el resto de las carreras que disputó (País Vasco, Dauphiné, etc) lo cuál es algo a lo que no nos tenía acostumbrados.

Lo del cántabro Juanjo Cobo da para un artículo aparte. Corredor que en la época de Saunier Duval despunta, firma varias actuaciones brillantes (País Vasco, etapa de La Granja en la Vuelta, victoria en el Tour tras la descalificación de Piepoli, etc) ficha por
el Caisse y cae en el total ostracismo, sumido en una depresión a punto estuvo de abandonar el ciclismo. Vuelve a los brazos de su mentor, de Matxin y firma una gran Vuelta a España. Primero como escudero de Sastre y Menchov y posteriormente cogiendo él las riendas del equipo y firmando un ataque de los que se recordarán en el Angliru, con su
peculiar estilo.

Vence la Vuelta, pero siguiendo con esta maldición mencionada, el equipo, el Geox no sigue. Él por esperar a Matxin se va cerrando puertas, va viendo como su caché va bajando, pierde la oportunidad de rentabilizar económicamente su victoria en la ronda española.

En una maniobra, cuánto menos llamativa, Unzué le da una nueva oportunidad y le rescata para el Movistar, dónde de nuevo pasa con más pena que gloria para un corredor al que le suponía un rendimiento mayor. Respuesta de su rendimiento es que no ha obtenido hueco en el WT ni siquiera en la 2ª división Continental Profesional teniendo que recurrir a la 3ª división para poder seguir dando pedales, al equipo turco Torku Sekerspor.

En esta maldición también podríamos incluir a Alejandro Valverde, vencedor de la edición del 2009. Tras su victoria no ha mermado ni un ápice su clase y calidad, pero si ha perdido esa puntería gana ganadora de años anteriores, dónde antes parecía que ganaba con “facilidad” ahora acumula puestos de honor pero la victoria se le resiste sobre todo en clásicas (2º en Amstel, 3º en Lieja, 2º en Lombardía, 2º y 3º en la Vuelta, pérdida de tiempo en el Tour cuando tenía al alcance el podio, etc).

En fín, que a pesar de que lograr la victoria en Madrid o dónde finalice la Vuelta a España cada edición es alcanzar la gloria, tras leer esto, más de un corredor se lo pensará un poco más a la hora de plantear sus objetivos de cada temporada.

ALFREDO RODRÍGUEZ

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