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MAILLOTS DE LOS CAMPEONES, UN ARMA DE DOBLE FILO

¿Supone una pérdida de rentabilidad en los equipos tener que portar algún maillot diferente a su diseño regular? Para mí la respuesta es clara, no. Aún cuanto menos creo que es una oportunidad de negocio y un perfecto escaparate para las marcas comerciales además de ser un valor añadido. Un maillot estéticamente diseñado para que sea agradable de ver aparte de no ser estridente y con espacio para que se vean los patrocinadores supone ese perfecto escaparate. Un maillot diferente puede suponer mayor visualización del equipo y de las marcas debido simplemente a la curiosidad de la gente al ver algo diferente en el pelotón y se interese en comprarlo y lo que suponga un beneficio directo como también un anuncio andante más muy bueno para el marketing cada vez con más impacto en una sociedad tan globalizada.

También puede dar un tono especial a imágenes y dejarlas para el recuerdo sirvan ejemplos los de Bugno subiendo al pódium de Paris con el maillot arcoíris en 1992, Boonen en Tour de Flandes 2010 curiosamente ganó la carrera Fabian Cancellara con el maillot de Suiza pero la imagen que queda en la memoria es la espectacularidad de Tom con el maillot Belga sufriendo en Kapelmuur con la gente enfervorecida, otros ejemplos menos vistosos pueden ser Kwiatkowski ganando brillantemente en Strade Bianche 2014 portando maillot Polaco tan vistoso con el águila blanca o este mismo año con Gilbert en Flandes entrando a pie con el maillot Belga o Aru venciendo con la tricolore en un estacazo tremendo en la Planche des Belles Filles.

También hay casos negativos o de nulo impacto para la marca como un maillot estéticamente infumable, prácticamente no visible o que oculte los patrocinadores. Sirva como ejemplo el curioso caso de Movistar que año tras año pone unas ganas inmensas para tener en sus filas al campeón de España pero nulas intenciones para lucirlo ya que de hecho en estos años el distintivo para este maillot se ha ido viendo relegado a una franja ridícula y minúscula que apenas se ve y mucho menos si no te fijas en el detalle. Prueba de este desinterés es la poca prisa que se dan por hacerlo y presentarlo pero sin embargo cuando Rui Costa fue campeón del mundo en Florencia 2013 les faltó tiempo para presentar un maillot con la M bien grande acompañado de una bicicleta diseñada para la ocasión a la que no le faltaba ningún detalle.

Mención aparte merece el maillot arcoíris últimamente portado (ya va para tercer año) por Peter Sagan, al ser un maillot tan especial, ser llevado por alguien tan mediático y facilitar por su diseño la exhibición vistosa de publicidad estamos hablando de algo muy excepcional  y su aprovechamiento por los equipos, Tinkoff vendía con éxito varios productos y ahora Bora explota la imagen de Sagan y de sus otros campeones nacionales con orgullo para la marca.

Por cierto, ¿dónde quedó la leyenda de que el maillot arcoíris pesaba como una cota de malla y daba mala suerte?

PATXI IBÁÑEZ GOÑI

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