DAVID LAPPARTIENT, NUEVO PRESIDENTE DE LA UCI

Aprovechando los Mundiales celebrados en Bergen, se celebró en esa ciudad noruega el 186º Congreso de la Unión Ciclista Internacional. El punto crucial de ese congreso era elegir el presidente de la UCI para los cuatro próximos años.

Dos candidatos optaban a la presidencia. Brian Cookson, que hasta la semana pasada había sido el presidente de la UCI, y David Lappartient.

Estos datos no tendrían ninguna particularidad, sino fuera porque el francés David Lappartient, además de ser el presidente de la Unión Europea de Ciclismo, ha sido hasta esta pasada semana también vicepresidente de la Unión Ciclista Internacional que presidía Brian Cookson. Es decir, ambos estaban en la misma directiva que regía los destinos del ciclismo.

Durante el pasado mes de junio, David Lappartient anunciaba su candidatura a optar a la presidencia de la UCI. Movimiento que pasó bastante desapercibido en los grandes medios. Pero movimiento que demostraba a las claras la guerra soterrada que mantenían ambos directivos. Siendo esto llamativo, casi es lo de menos si tenemos en cuenta el resultado de la votación celebrada la pasada semana durante el congreso. Lappartient lograba imponerse en la votación con 37 votos frente a los 8 de su contrincante Cookson.

Y esta es la clave: ¿Cómo cabe interpretar este sorprendente –por lo abultado- resultado? ¿Significa esto que las cosas van a cambiar y mucho en el mundo del ciclismo?

Tampoco seamos ingenuos. Uno ya ha visto muchas elecciones, no sólo a nivel deportivo, y sabe que las cosas no cambian de un día para otro. Pero ese, insistimos, abultado resultado, no deja de ser una esperanza. Porque, no cabe duda que esa esperanza se hubiera desvanecido de raíz si el candidato Cookson hubiera sido el reelegido.

Que los anglosajones hayan dejado de dominar la UCI y esta vaya a ser presidida por una persona originaria de los países considerados tradicionalmente ciclistas no es mala noticia en el contexto de los tiempos que corren para este deporte. Un acercamiento y un cierto proteccionismo a los orígenes del ciclismo no estaría de más para compensar en parte los años expansivos y globalizadores de los dirigentes anglosajones.

Insistimos en que uno ya peina canas como para creerse que un presidente va a poder desarrollar todo el programa electoral con el que se presenta a una elección. Y no sólo por su propia voluntad, sino por las fuerzas opositoras que sin duda va a encontrar. De todas formas, Lappartient ha manifestado en su programa que su prioridad va a ser la lucha contra el fraude tecnológico. Su intención también es la de renovar el ciclismo para convertirlo en un deporte creíble: lo de siempre, luchar contra el dopaje.

Por lo demás, como francés que es, se le considera, en principio, cercano a la Amaury Sport Organisation, los organizadores del Tour de Francia. Lo cual, de ser cierto, implicaría también cierta tregua en la guerra que UCI y ASO tradicionalmente mantienen.

Habrá que esperar un tiempo para comprobar si Lappartient es más de lo mismo o ese abultado resultado indica que hay voluntad verdadera de cambio en el ciclismo.

RAÚL ANSÓ ARROBARREN

@ranbarren

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *