Mastrotto, la inesperada alternativa a Anquetil

El francés nació el 1 de noviembre de 1934 en Auch, localidad pirenaica de entonces apenas 13.000 habitantes perteneciente al departamento de Gers. Apodado ‘el toro’, como amateur fue uno de los valores más incipientes, ganando en dos ocasiones la Ruta de Francia, una prueba joven para amateurs independientes que duraría hasta los años 90. 

Como gran característica, la carrera escalaba el Puy de Dome, leyenda entre leyendas. Dichas victorias le valdrían el pase a profesionales en 1958 con el equipo Geminiani, con el que ya conseguiría una etapa en la Ruta de la Paz. Aún tardaría un año en debutar en el Tour. Abandonaría, pero tardaría sólo una edición en destacar. 1960 vio la ausencia de Jacques Anquetil, que había ganado el Giro de aquella temporada. Sin el tercer clasificado en 1959 y gran figura del ciclismo galo, el peso recaería en el segundo, Henry Anglade, que incluso portaría el maillot amarillo durante el Tour de 1960.

Lo perdería en una etapa en la que Roger Riviére se destaparía como aspirante a ganar la general. Había sido el cuarto de 1959. Tour, por cierto, vencido por Bahamontes, primera diana española en París. Parecía que el ciclista de Saint-Ettiene sería el mejor francés y gran aspirante patrio a dar réplica al finalmente ganador, el italiano Nencini, que no ganó etapa alguna.

En la etapa que llegaba a Avignon cayó descendiendo el col de Perjuret, lo que le supuso el abandono y final de su carrera. Sin apenas oposición y escoltado por el segundo puesto de Battistini, el líder tenía la carrera en sus manos. Los franceses perdieron a una gran baza y sólo un semidesconocido que respondía al nombre de Mastrotto supo agarrarse a las ruedas de italianos, alemanes y belgas que dominaban las posiciones cabeceras en la general.

Pasados los Alpes, Raymond se configura como el mejor galo en la general y finaliza en París en sexta posición. Anglade fue octavo, cayendo en el olvido durante un tiempo. La nueva esperanza era nuestro protagonista, aunque sólo un año tardaría Anquetil en iniciar su reinado y hacer olvidar a todos los astros que se atrevieran a discutir su reinado.

Mastrotto no volvería a brillar, pero sólo en términos de clasificación general. Sería en su último año completo como ciclista cuando saborearía la gloria de la victoria de etapa. Fue en Pau, tras atravesar los colosos pirenaicos clásicos: Peyresourde, Aspin, Tourmalet y Aubisque. Muy querido en su región, en la actualidad cuenta con una marcha cicloturista en su honor con su propio nombre en la que se ascienden algunos de los puertos sobre los que solía entrenar. Una forma de recordar su historia.

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