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Michael Rogers contra el honor y la imagen

En el ecuador de la carrera, el Giro de Italia completaba una de sus jornadas más largas a velocidad de crucero. 250 kilómetros y casi 6 horas encima de la bicicleta dan mucho de sí: desde historias personales a recuerdos de un pasado glorioso o a la consagración deportiva de un país que vive el ciclismo con pasión: 

Savona vs Merckx. La línea de meta de la undécima etapa del Giro de Italia estaba situada en Savona, allí donde la carrera deportiva de Eddy Merckx dio un cambio de 180 grados. Corría el año 1969 y el belga dominaba con autoridad, el que podría haber sido, su sexta victoria. La carrera llegó a Savona y los sueños de Merckx se tornaron en pesadilla al dar positivo en un control antidopaje. Por aquel entonces, la metodología empleada para cazar a los tramposos se consideraba bastante rudimentaria y poco eficaz. No pocas fueron las estrellas del pelotón que dieron positivo, pero al Canibal le afectó gravemente.

Tras ser expulsado de la carrera, el joven Eddy meditó incluso la retirada mientras abandonaba la habitación del Hotel Excelsior, donde dejó la “maglia rosa”: “No voy a creer nunca más en estos controles, se están convirtiendo ridículos e hipócritas. Ni siquiera se me ha concedido la opción de un segundo análisis. Voy a hacer una lista con todas las cosas mal realizadas en estos procesos.”

Las caídas. En cualquier gran vuelta, las caídas están a la orden del día y se cobran víctimas en forma de favoritos y nombres importantes que se quedan en el camino. El primer ciclista importante en dejar la carrera fue Dan Martin (Garmin-Sharp), quien no pudo, ni siquiera, disfrutar de su país en bicicleta. Otro de los grandes favoritos, Joaquím Rodríguez (Kathusa), tuvo que dejar la carrera en Montecassino, donde el mismo accidente dejó tocado a Scarponi (Astana). El Giro de Italia avanza pero las caídas siguen teniendo relevancia. En el día de hoy, uno de los más perjudicados ha sido Diego UIissi (Lampre Merida), que ha salido tocado y se ha dejado mucho tiempo en el Naso di Gatto. Además, Adriano Malori (Movistar) y Chris Anker Sorensen (Tinkoff-Saxo Bank) han sufrido los efectos de caer al suelo.

La combatividad de Arredondo (Trek). Otro de los corredores que se dejó las opciones de hacer una buena clasificación en la caída de Montecassino fue el colombiano del equipo Trek. Un día antes, Arredondo había aguantado el ataque de los Kathusa y sólo un inspirado Ulissi le arrebató la victoria. Sin embargo, la caída y la pérdida de tiempo no mermaron las ganas del joven escalador. El colombiano se rehízo y cambió la mentalidad para tratar de conseguir una etapa. Gracias a la escapada de camino a Montecoppiolo, Arredondo consiguió vestir el maillot de líder de la montaña. Su combatividad no cesa. Hoy ha sido el primero en desatar las hostilidades en la principal dificultad del día después de que hubiese intentado cazar la fuga.

Su ímpetu, unido al interés de Pierre Roland (Europcar) o Franco Pelizzotti (Androni) ha formado una fuga que el pelotón ha neutralizado en los primeros kilómetros de descenso. En un estado excelente de forma, Arredondo volverá a ser protagonista: “He tenido que hacer un gran esfuerzo y estoy muy cansado otra vez. Ha sido un día largo y con mucho calor. En los últimos kilómetros Riccardo Zoidl (Trek) ha trabajado para que tuviese opciones en el sprint, pero no tenía fuerzas. Estoy muy motivado porque todos en Colombia me están siguiendo. Para ellos doy el máximo y, por eso, estoy muy contento por haber puntuado en la montaña para mantener la “maglia azurra”. Es muy importante para mí.”

El nuevo rol de Samuel Sánchez (BMC). Acostumbrado a liderar el equipo Euskaltel-Euskadi durante los últimos años, el fichaje “in extremis” del asturiano por el equipo suizo BMC le ha obligado a cambiar el chip. Da la impresión de que, poco a poco, va entrando en buena dinámica y puede ser un hombre importante en la defensa de la “maglia rosa” de Evans (BMC). Hoy, probablemente debido a la caída que ha sufrido el principal lugarteniente del australiano Steve Morabito (BMC), ha tomado las riendas del grupo principal en la subida al Naso di Gatto, cubriendo bien las espaldas de su líder.

Con Samuel Sánchez mejorando sus prestaciones, BMC espera no perder la fortaleza de un magullado Morabito: “La caída ha sucedido a falta de 75 kilómetros para meta. Podría haberla evitado, pero el corredor que estaba detrás de mí venía a tope y me ha hecho volar. Me he golpeado la misma muñeca que me rompí en esta carrera el año pasado. Pero estoy seguro que no hay nada roto. Es doloroso, pero tenemos un buen “staff” médico que me va ayudar a estar en buenas condiciones.”

Regreso a la élite. Para Michael Rogers (Tinkoff-Saxo Bank), a diferencia de Eddy Merckx, será difícil que Savona le traiga malos recuerdos. El triple campeón del mundo, sin embargo, ya padeció su “particular Savona” en la Japan Cup de 2013, cuando dio positivo por clembuterol en un control antidopaje y fue suspendido. Tras varias alegaciones, la sanción quedó anulada (debido a una intoxicación alimentaria) y su regreso a la élite no ha podido ser mejor. Con la libertad de no tener que estar supeditado a rajatabla a un líder fijo, Rogers ha lanzado el ataque en el momento justo para volver a ganar una carrera: “Era una gran oportunidad y estaba dispuesto a aprovecharla. Ha sido una decisión espontánea. En la cima del puerto he visto que todos los “contenders” de la clasificación general se estaban mirando los unos a los otros, la posibilidad se ha abierto y la he aprovechado.”

Un Giro australiano. Con la victoria de Rogers, el ciclismo australiano lleva tres victorias parciales en lo que va de carrera: la contrarreloj por equipos de Orica-Greenedge, la de Michael Matthews (Orica-Greenedge) en Montecassino y la de hoy, en Savona. Además, otro compatriota suyo, Cadel Evans, es el portador del maillot de líder… que arrebató a otro australiano. ¿Qué más podrían pedir los australianos para redondear un Giro perfecto? Con una dinámica excelente, la racha puede continuar mañana en la contrarreloj de Barolo, donde Cadel Evans podría consolidar la “maglia rosa” aventajando a sus rivales más cercanos y donde, ¿por qué no? Michael Rogers podría reverdecer viejos laureles y anotarse otra etapa en una disciplina que siempre ha dominado a la perfección: la contrarreloj.

Fuga revival. La fuga de la jornada ha estado compuesta por 14 corredores. Entre ellos, llamaban la atención los nombres de Nicholas Roche (Tinkoff-Saxo Bank), Björn Thurau (Europcar) y Moreno Moser (Cannondale). Tres apellidos con gran tradición ciclista. Por un momento, daba la impresión de que el Giro de Italia había vuelto a los año 80, cuando los apellidos Roche, Thurau y Moser correspondían a Stephen, Dietrich y Francesco, respectivamente. Ni el tiempo ni el ciclismo se detienen. Las sagas ciclistas tampoco tienen fin.

Pedro Ceinos

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