Un soplo de aire fresco llega al ciclismo vasco, y lo hace por primera vez en muchos años sin tener como principal valedor a las instituciones vascas. En esta ocasión Murias ha asumido el reto y ha respondido con confianza a la siempre productiva cantera vasca, a la que da salida profesional. Doce ciclistas entre los que se encuentran dos que destacan por encima del resto: Egoitz García, ex Cofidis y un joven valor en las clásicas, y Garikoitz Bravo, que tras su paso por Caja Rural y Euskaltel se añade a una formación que necesita su experiencia para echar a rodar.
Dirigidos por Jon Odriozola, el primer paso será estar en las carreras deseadas y lograr invitaciones, algo que parece seguro en el calendario Continental español, que a buen seguro apoya uno de los proyectos que más necesitaba el ciclismo en los últimos tiempos. Con la desaparición de la Fundación Euskadi, cantera del mítico Euskaltel y posteriormente último rescoldo profesional de éste, parecía que el panorama desolador se iba a imponer. Sin embargo, el otoño trajo esta buena noticia que por fin, en el BIBE de Bilbao, se ha hecho realidad.
Foto: Yon Sinuaga