Director del nuevo Murias, presentado oficialmente en el BIBE, feria que también nace en 2014, Jon Odriozola se muestra ilusionado ante un proyecto en el que contará con una plantilla repleta de experiencia y garantías. Egoitz García o Garikoitz Bravo son dos de los máximos exponentes, dando posibilidad de saltar al profesionalismo o continuar en él a muchos grandes talentos vascos. No ha sido nada fácil.
“La verdad es que ha sido muy difícil, pero lo importante es que se ha conseguido y es una realidad. Nos ponemos en marcha y somos ahora mismo el referente del ciclismo vasco en una categoría en la que hacía falta que estuviera algún representante”.
Un ciclista que sufrió los reveses del adiós a la Fundación Euskadi que dejaba huérfano el panorama de Euskadi en el ciclismo profesional, algo que no tenía lugar desde que en 1994 se pusiera en marcha el que después sería el gran referente histórico, el Euskaltel Euskadi. Por tanto, con esa idea nace Murias, heredero de todo ese peso que soporta a una gran afición y un gran sentimiento identificativo.
“Nuestro objetivo es llegar a la gente sobre todo. Que la gente se identifique con este proyecto y que se vean reflejados, que es un proyecto de todos. Es un proyecto vasco para la gente de casa y tenemos un equipo que quiere crecer. A nivel personal, creo que hay que conseguir poner encima de la mesa un proyecto en el que siempre he creído y pedir el apoyo de todos: instituciones, empresas y, sobre todo, a la gente. Yo espero que ahora la gente se identifique con el color verde esperanza que transmitimos como antes se habían identificado con el color naranja”.
Sin embargo, el complicado calendario Continental no será obstáculo para el optimismo y el buen hacer de un proyecto que no tiene prisa.
“Estamos cerrando un calendario bastante bonito y a partir de ahí a ponerse en marcha y a trabajar con buenas carreras. Tenemos unas carreras interesantes en Francia y un buen equipo que necesita paciencia y un poco de trabajo, pero que llegaremos a conseguir bonitos objetivos”.
Foto y texto: Yon Suinaga
